La mujer que enseñó a Alexis Tsipras a ser comunista

Nació en 1974 (el mismo año que Alexis) en Karditsa, una ciudad situada en el centro de Grecia, pero lo conoció en el instituto, en el burgués barrio ateniense de Ambelókipi. Aunque la familia de Tsipras era bastante más acomodada que la de Betty (el padre de Alexis era constructor), compartieron protestas, así como la ocupación de ese instituto y otros muchos centros en 1990, como rechazo a unas reformas del Ministerio de Educación.

Se dice que fue «Betty» la que llevó a Tsipras a ser miembro de las juventudes comunistas . De hecho, juntos acudían a múltiples actos políticos. Desde entonces solo se separaron durante los años universitarios: él estudió Ingeniería Civil en la Universidad de Atenas, y ella, Ingeniería Eléctrica e Informática en Patras.

Aunque aparenta ser una persona discreta, es muy «guerrera»: mientras estaba preparando su doctorado y participando en un proyecto de investigación en el campo de las fibras ópticas, acusó al catedrático a cuyas órdenes trabajaba de apropiarse de su trabajo de investigación, y lo llevó en 2003 ante los tribunales. El catedrático la acusó, por su parte, de haberle robado un disco duro y de calumniarlo. Los tribunales dieron la razón a «Betty», junto con una indemnización de 30.000 euros.

No se han casado, ni por la Iglesia ni por lo civil. Eso sí, han firmando un contrato de convivencia y tienen dos hijos: el mayor, nacido en 2010, se llama Pávlos, como el padre de Tsipras. Los periódicos griegos publicaron que «Betty» había dado a luz en una de las mejores maternidades privadas de Atenas, Iasó, y que la dirección del centro le había regalado la estancia en una suite de lujo, algo que provocó muchas críticas. Su segundo hijo se llama Orfea Ernesto (por el «Che» Guevara) y nació en 2012. Ninguno ha sido bautizado por la Iglesia ortodoxa, pero sí recibieron sus nombres en distintas ceremonias civiles, algo que está muy de moda entre la gente joven que se declara atea.

La pareja Tsipras-Baziana, con sus dos hijos, vive en un piso discreto dentro de un edificio de apartamentos en la zona ateniense de Kipseli, cerca del Museo Arqueológico Nacional. Ahora circula el rumor de que por motivos de seguridad se mudarán a una vivienda unifamiliar en Paleo Psijicó, uno de los mejores barrios residenciales de Atenas, algo que ha sido desmentido por un periódico de izquierdas.

«Betty» trabaja, desde que terminó su carrera, haciendo investigación, y ha sido profesora auxiliar en la Escuela de Ingeniería Eléctrica e Informática de la Universidad Politécnica de Atenas. Los medios griegos revelaron que entre los cambios más recientes de destino del personal académico había hecho falta la firma de dos ministros del anterior gobierno para aprobar su nuevo puesto de trabajo: profesora de informática en un colegio estatal de primaria en Atenas. Supone mejor horario y mejores vacaciones para una joven madre de familia, cuyo marido está siempre fuera del hogar. Eso sí, cuando Alexis está en casa «Betty» le hace llevar a los niños al colegio. Los cuatro siempre pasan juntos unas vacaciones tranquilas al borde del mar como una familia burguesa más, en primavera y otoño, en la isla de Egina, cerca de Atenas. En verano optaron por Rethimno, en Creta, y sus playas.

Hasta ahora nunca se la ha visto acompañando a su marido en actos políticos, únicamente en algunos conciertos y recitales. Sus últimas fotos juntos son en la boda religiosa de la diputada radical Zoí Konstandopulu, la nueva presidenta del Parlamento griego, y el día de su victoria electoral, cuando salía detrás de él de la central del partido Syriza.

Nadie sabe qué papel tendrá esta madre trabajadora a partir de ahora. En la vida política griega hasta el momento las esposas de los presidentes de Gobierno han mantenido un perfil muy discreto, acompañando a sus maridos en actos protocolarios. De momento, su compañero es el primer presidente de Gobierno de izquierdas, el más joven, y el único que no está casado y que no ha jurado el cargo religiosamente.