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El rejuvenecimiento penitenciario de Ortega Cano

Un tinte y una perilla pueden quitar diez años. Así se consigue el nuevo «lifting del penal»

El rejuvenecimiento penitenciario de Ortega Cano efe

teresa de la cierva

A Ortega Cano (61 años) estar entre rejas le ha restado años . Se diría que ha pasado ocho meses en un spa en lugar de en una celda. Para disfrutar de su primer permiso penitenciario, el diestro se ha teñido el pelo de negro y se ha dejado perilla al estilo Ashton ... Kutcher, salvando las (enormes) distancias. Las canas con las que entró en el encierro, le hacían parecer mayor, cansado, y abatido. Unos optan por convivir con ellas, pero otros, como el matador, deciden ocultarlas, quizá como espejo de su estado de ánimo. ¿Teñirse es cosa de hombres? «No es tanto una cuestión de sexos, como de resultados», cuenta Ángel, mi gurú de la coloración capilar. «El tinte en los varones se ve artificial. Lo que queda dorado en una mujer, a nosotros se nos ve naranja. Es como el maquillaje: que hasta el más natural, se convierte en una máscara en una piel masculina». También el largo del pelo tiene mucha culpa. «Cuanto más corto, menos ‘‘luce’’ los matices de brillo, o los juegos de luz que se pueden conseguir en una melena». Sucede lo mismo que con el tinte de las cejas, que al ser tan corto el pelo , enseguida se ve falso, aunque se haya aplicado el mismo tono que en la cabeza. «Los tintes más naturales son los rubios ceniza y los muy oscuros. Los castaños son muy difíciles», puntualiza este especialista.

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