Silvia Abascal: «Hay partes doradas de mi profesión con las que me cuesta empatizar»

—¿Con qué directores te gustaría trabajar?

—Acabo de trabajar con uno de los que siempre he soñado: Julio Medem. Pero hay muchos... Amenábar, Fernando León, Urbizu, Icíar Bollaín, Almodóvar...

—¿Qué es lo que más te gusta y lo que menos de ser actriz

—Lo que más me gusta es la oportunidad de aprender a nivel humano. Y lo que menos, cierto envoltorio de mi profesión, que tiene que ver con partes doradas con las que me cuesta empatizar.

—¿Has considerado escribir el guión de una película sobre cómo puede cambiar la vida inesperadamente con un problema médico parecido al que tú tuviste?

—No. He pensado en escribir el guión para un largo, pero no precisamente sobre mi historia personal.

—¿Cuál ha sido el mayor reto al que te has enfrentado al pasar de actuar a dirigir?

—La dirección, por sí sola, ya es todo un reto. Es una tremenda responsabilidad. Todo pasa por la aprobación final del director pero también hay algo en lo de estar detrás de la cámara, que relaja, que libera. Lo he disfrutado como una enana. Ha sido la primera pero espero no sea la última.

—¿Cuándo harás una obra de teatro?

—Pues tengo un estupendo proyecto de teatro en mente, con una de las batutas teatrales que más admiro: Sergio Peris Mencheta. A ver si encontramos plaza en Madrid y pronto puedo confirmarte.