Carlos Slim y la baronesa Thyssen, el principio de una larga relación

Cuando la baronesa Thyssen llegó a la gala de Starlite de Marbella lo primero que hizo fue pasar por la alfombra azul y posar ante las cámaras. Con un vestido de seda con estampado de alguno de sus cuadros y unas esmeraldas que cortaban la respiración. Tita es una mujer renovada por dentro y por fuera. Reconciliarse con su hijo Borja y atender a sus condiciones han sido el mejor botox que podía encontrar en el mercado.

Está feliz, radiante y dispuesta a disfrutar de su familia y olvidar tiempos pasados. «¿Slim? ¿Está aquí?», preguntaba cuando le indico que acabo de hablar con el magnate mexicano (la primera fortuna del mundo) precisamente de ella y su museo. «¿Y qué ha dicho?», preguntaba con la curiosidad de quien sabe que ese encuentro puede dar frutos esplendorosos. A fin de cuentas conocer a otro propietario de un museo no es algo que sucede todas las noches. Y tuvo suerte. En la mesa presidencia de esta noche solidaria en la que Antonio Banderas lo da todo además de celebrar su cumpleaños y conseguir rascar el bolsillo de sus amigos en la subasta, Tita compartió cena y confidencias con el mismísimo Slim que dudo se haya hechos más selfies en su vida que los de esa velada. Todos y todas querían foto con el multimillonario.

Para sus cuentas de Twiter, WhatsApp o Facebook. Codearse con Slim es algo que hasta la fecha sólo hacía el ex presidente Felipe González quien estaba invitado a la cena pero se excusó por estar en otro rincón del mundo. Sí lo hicieron por contra sus cuñados los Trapote que disfrutaron de lo lindo en compañía de Maribel Yébenes y su divertido marido Antonio, veraneantes de Marbella al igual que el matrimonio Ponce, una de las sorpresas de la noche.

Pero volviendo a Tita y Slim desde la noche del sábado se puede decir que ha nacido el principio de una fructífera relación. Tras la cena, la subasta (por el Ford Mondeo firmado por Banderas y Farrow se consiguieron 23.000 euros) las actuaciones subieron a la zona vip y ahí estuvieron de charla (bueno realmente quien habló sin parar fue el mexicano) junto con Sandra García San Juan, su marido y el conde de Creixell, Vicente Dalmao, que para algo los caldos que se sirvieron fueron de sus Bodegas Murrieta. Sin duda lo más aplaudido dado que el atrevido menú de cena que elaboró el restaurador Andoni Luis Aduriz fue más cuestionado pero no el increíble postre del galardonado Dani García.

Decía que Ponce protagonizó uno de los momentos estelares tras recibir un galardón de manos de su esposa Paloma Cuevas y su buena amiga Patricia Rato. Con su esmoquin blanco y junto a la guitarra de Antonio Carmona interpretó en directo el tema «Sabor a ti» arrancando casi los mismos aplausos que Ana Torroja o Pasión Vega. Le puso arte y no dio vuelto al ruedo porque no había. Foto taurina fue la que protagonizó con sus buenos amigos Manuel Díaz El Cordobés y el simpático Víctor Puerto que venía de torear en Albacete, todos con sus mujeres.

Como «single» llegó Antonio Banderas y tuvo gracia cuando Valeria Mazza, presentadora con Joaquín Prat, animó a que las señoras pujaran por cenar con él (se consiguieron 15.000 euros por esa cita) asegurando que «esto va a durar poco» en referencia a su nueva soltería. Lo cierto es que el actor , que ha firmado un pacto con Melanie Griffith de no hablar sobre los motivos de su divorcio, terminó la noche hablando más de dos horas con Angi, la diseñadora sevillana que junto a su hermana Lola lleva la firma Panambi que apoya el actor , y que se nota tiene buenísima sintonía con Banderas. «Aún no sé dónde voy a vivir. Ahora estoy viajando sin parar y en breve empiezo a rodar en Santander una película sobre el descubridor de las cuevas de Altamira. No sé dónde me asentaré. Este año todo es muy raro», me confesó el actor que está más delgado pero igual de cariñoso que siempre.

Como ya es tradicional, la lista de asistentes fue extensa. Entre los más buscados estaba la actriz Hiba Abouk espectacular con vestido turquesa de Lorenzo Caprile y sin su nuevo amor del brazo. Comprometidos con las fundaciones fueron Alejandro Bataller y su mujer subastando una experiencia en el Sha Wellness al igual que Sergio Scarolo y Paco Arango que recibieron homenaje. Eugenia Alba acudió con una amiga y luego estuvo con su hermano Fernando (»he venido con mi sobrina y unas amigas suyas y me he encargado de pagar sus entradas», comentó el hijo de la duquesa que se sumó a la fiesta tras la gala) mientras que Elena Tablada lo hacía con su marido Javier y su hija Elena. El peluquero Alberto Cerdán (tuvo el detalle de regalar collares de Teria Yabar a las señoras) estuvo muy activo al igual que la guapa Gisela, Marc Clotats con su novia la actriz Natalia Sánchez o los insuperables Los del Río que este otoño celebran sus bodas de oro con la música con gira por toda España. Ver a Mía Farrow cantar la Macarena fue toda una experiencia.