¿En qué se parecen Antonio Banderas y Alberto Isla?

Ante el notario costumbrista, que no es otra cosa que un tatuador, Melanie firmó su amor por Antonio una vez . Lo hizo en su brazo, con tinta y sangre, se dibujó un corazón con el nombre de su esposo. Por el contrario, Chabelita y Alberto decidieron recordarse el uno al otro para el resto de sus vidas con dos tatuajes. Llegados a este punto queda bastante claro que la intensidad fingida en las relaciones no llega a ningún sitio. Y que la prisa ha podido matar el amor de una pareja que ha luchado para poder estar juntos.

Hace unas semanas, Chabelita compartía en Twitter una instantánea en la que hablaba de su nueva perrita, Gabana. Ahora, Alberto y ella deberán decidir quién se queda con el pequeño Teckel, a la vez que deciden cómo criar al pequeño Alberto. A Melanie y a Antonio también les ha pasado lo mismo. Parece que no les importan los 37 millones de euros que se disputan, ni los años de relación. Lo único importante para ellos son sus dos perros . Aunque si los canes llegan con parte de la fortuna que los intérpretes amasaron en esas casi dos décadas de unión, tampoco le van a hacer ascos. Un dinero con el que seguro empieza a soñar Isla, que ya no trabaja en la venta «El Frenazo» y que con dos hijos a sus veintiún años (de madres distintas), promete unas pensiones de manutención que como mínimo le exigirán un trabajo a jornada completa. Ante la falta de costumbre del joven a tal desempeño, los complementos vitamínicos podrían llegar ahora, como la soledad y las canciones melancólicas, a su vida. Ya lo cantó la exsuegrísima: «No imaginé que era en verdad tu despedida / todo lo malo que en tu ausencia pasaría».