Las transparencias de la Princesa stripper
Sofia Hellqvist se convirtió en protagonista del 37 cumpleaños de la Princesa Victoria, celebrado en la isla de Öland
emilia landaluce
No es lepe, es Suecia. No dejen que los plásticos les engañen. Debajo, no hay tomateras ni fresones de carnes prietas sino tres miembros de los Bernadotte calados hasta la real osamenta. A la izquierda, en un extremo, se atisban Christopher O’Neill y su ... mujer Magdalena de Suecia; al otro lado, Sofia Hellqvist, la «stripper» que dentro de un año se convertirá en Princesa . El resto de la Familia Real Sueca aguanta como puede la lluvia de verano si bien Victoria y la Reina Silvia hacen lo propio embutidas en el traje típico sueco que es una suerte de atavío a medio camino entre lo baturro y el uniforme de las enfermeras de la Primera Guerra Mundial. ¿El motivo de tan singular cónclave? Celebrar el 37 cumpleaños de la Princesa Victoria en la isla de Öland. Ayer me enteré que en Suecia tienen un dicho: «No existe el mal tiempo, solo la ropa inadecuada»
Los plásticos parecen ser precisamente la prenda idónea para Öland, una isla que no goza del mismo clima benéfico que nuestras Baleares o las Canarias. Hay que reconocer sin embargo, el estoicismo con el que la familia aguanta bajo la lluvia. Según las crónicas más azucaradas, escuchaban a Sanna Nielsen, la representante sueca en Eurovisión . Dicen que después, la tormenta amainó y todos gritaron «Ja må hon leva» [Larga vida para ella].
Protagonismo robado. Pese a que se homenajeaba a la Heredera, Sofia Hellqvist se convirtió en la protagonista del jolgorio. Se lo merece. Ella es otro ejemplo más del teorema de los tranvías amorosos. Hace falta tomar un tranvía para coger otro que lleve al destino matrimonial. «Esta muchacha», como diría Peñafiel, se ha metido en no pocos trenes hasta enganchar a Carlos Felipe, el último soltero de Europa. Su paso por una suerte de Gran Hermano dos rombos le dio la fama suficiente para salir en las revistas ligera de ropa aunque bien pertrechada por una pitón. Y de ahí a la corte. Los tiempos han cambiado y los Príncipes ya buscan mocitas para casarse. «Ja må hon leva».
Las transparencias de la Princesa stripper
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