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Sotogrande, ese paraíso donde incluso pasan cosas

«Cartas de Sotogrande», de Joaquín Santaella, recrea un mundo que ya casi no existe

Sotogrande, ese paraíso donde incluso pasan cosas miguel berrocal

rosa belmonte

En octubre, cuando el último veraneante agarraba la carretera, se celebraba en Sotogrande la fiesta «Al fin solos» . Lo cuenta Joaquín Santaella en «Cartas de Sotogrande» (Edinexus), libro que recrea un mundo que ya casi no existe. Han pasado 50 años desde los inicios, ... cuando Joseph McMicking, financiero y militar que combatió con McArthur, construyó un club de golf en la desembocadurad del río Guadiaro. A su alrededor se edificaron las primeras viviendas. Antes, en 1962, cuando se compraron las cinco fincas que dieron lugar a Sotogrande, no se podía vender a extranjeros. Augusto Miranda Maristany, que se tuteaba con Franco, fue un día con McMicking al Pardo. «Está bien, vendan ustedes a extranjeros, vendan a belgas, a franceses, a ingleses de verdad... Pero nunca jamás a gibraltareños », les dijo Franco. Ahora hasta los gobernadores de Gibraltar tienen casa en Sotogrande. No solo los llanitos.

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