Angélica Rivera, de villana de culebrón a Primera Dama de México

La esposa del mandatario mexicano se ha ganado las simpatías de todos con esa sonrisa de actriz de telenovela... Sí, Angélica Rivera era una conocida actriz de telenovelas que ahora acompaña a su marido allí donde va. En su época de actriz era conocida en su país como « La Gaviota » y es, hasta ahora, la única actriz de telenovela mexicana que ha saltado a la arena política, aunque sólo sea como consorte.

Los medios de comunicación mexicanos no dudan en destacar que Rivera fue algo más que un mero elemento decoractivo en la campaña del PRI ya que partició activamente gracias a su carisma y dejando de lado esa etapa en la que las primera damas mexicanas se mantenían en un discreto segundo plano.

Nacida el 2 de agosto de 1970 en Ciudad de México, Angélica Rivera Hurtado comenzó su carrera artística desde muy joven y fue la famosa artista mexicana Verónica Castro quien la recomendó en su inicios como modelo y actriz de videoclips, como en de Luis Miguel de su tema «Ahora te puedes marchar» y anuncios para televisión.

Con 19 obtuvo su primer papel, un pequeño personaje en la telenovela «Dulce desafío» a la que siguieron otros papeles menores. Mientras se consolidaba como actriz, participó en la historia juvenil «Alcanzar una estrella II», en la que, además de interpretar a una villana, tenía que cantar al lado de artistas de la talla de Ricky Martin.

Pero no fue hasta 1993 cuando le llegó su primer papel protagonista en «Sueño de amor» y, dos años después, se convertiría en la heroína de la historia, la típica chica de buenos sentimientos y carácter fuerte en «La dueña», todo un éxito de audiencia en su país.

Cuando su carrera parecía estar en el mejor momento de su vida, la actriz se retiró dos años de la televisión para dar a luz a su hija Angélica Sofía, fruto de su relación con el productor José Alberto «El Güero» Castro. En 1997 regresó con «Huracán», aunque no tuvo el éxito esperado, y en 1998, en «Ángela», compartió créditos con Juan Soler. Un año después, Rivera volvió a experimentar la maternidad y tuvo a su segunda hija, a quien bautizó como Fernanda.

«Sin pecado concebido» fue la telenovela que marcó su regreso a la televisión después de dar a luz a su segunda hija y se convirtió en uno de sus grandes éxitos. Ya en los primeros años del nuevo siglo, afrontó su primer papel de villana en el melodrama «Mariana de la noche» (2003) y ese mismo año se casaba con el padre de sus hijas después de 14 años de relación. Meses después, la actriz anunció que esperaba la llegada de su tercera hija, a quien nombró Regina.

Después de protagonizar la telenovela «Destilando amor» al lado de Eduardo Yáñez, fue invitada a participar como la imagen de las campañas publicitarias del gobierno del Estado de México, donde conoció al entonces gobernador Enrique Peña Nieto, que conquistó el corazón de Angélica, que en ese momento se encontraba sin compromiso alguno, pues estaba recién separada de José Alberto Castro, de quien se terminó divorciando en 2008 y pidiendo la nulidad religiosa de su primer matrimonio.

El 27 de noviembre 2010, Angélica Rivera y Enrique Peña Nieto sellaron su amor con una gran boda. Desde entonces, la actriz se ha mostrado como el mayor y principal apoyo del mandatario mexicano.