A Ana Obregón le importa poco el currículum de sus amores

Han sido numerosos los hombres que han pasado por la vida de la Obregón. Futbolistas, toreros, modelos, actores, cantantes e incluso algún rico heredero o un príncipe. De todos ellos, su gran amor, no cabe duda fue el deportista Fernando Martín , al que conoció cuando trabajaba en Hollywood . Tras dos años de amor su relación se truncaba cuando Fernando fallecía en 1989 en un accidente de tráfico. Aunque recientemente la actriz utilizaba a la famosa médium Anne Germain para comunicarse con su amado, con el que intercambió palabras de amor y afirmaciones sobre un supuesto hijo de ambos que causaron un desconcierto general. Otro de los hombres destacados en la vida de la Obregón es sin duda el aristócrata y colaborador televisivo Alessandro Lequio (54) padre de su único hijo Alex (21). Amante declarada del mundo del toreo, además de con Israel Lancho, en su día fue relacionada con Rafi Camino (45) e incluso con el siempre elegante Finito de Córdoba (42).

Pero si hay un gremio por el que Ana parece tener predilección es el de los deportistas. A su eterno amor Fernando Martín, hay que destacar la seria relación que mantuvo con el futbolista croata Davor Suker, cuando en 1997, éste jugaba en las filas del Real Madrid . La relación que mantuvieron era tan estable que se llegaron a plantear pasar por la vicaría, plan que se vería truncado cuando el croata, fichó por un equipo inglés y abandonó España. El mismísimo David Beckham (38), según cuenta Ana en su libro «Así soy yo» , durmió una noche en paños menores al lado de la reina de los posados veraniegos , sin llegar a más porque él es un hombre casado y fiel a su mujer la ex Spice Girl Victoria Beckham (39). Otro inglés, el apuesto futbolista Darius Henderson (32) tampoco pudo sucumbir a los encantos de «la Fantástica» a quien conoció en Ibiza y con quien compartió «algo muy bonito».

El gremio de actores tampoco ha pasado desapercibido para la bella bióloga; además de los rumores que la relacionaron con Toni Cantó, compartió un año de tormentosa relación con idas y venidas de por medio con el atractivo Jorge Juste. Con su compañero de reparto en «Ana y los siete», Miki Molina (50) protagonizó un affaire con fotografías comprometidas de por medio. El mismísimo Miguel Bosé (58) le dedicó una canción, «Ana» a finales de los 70 cuando compartieron algo más que amistad y, aunque nunca se ha llegado a confirmar, parece que el propio Julio Iglesias también bebió los vientos por la actriz. A otra calaña pertenecía Darek, singular modelo. César Albiñana, un prestigioso abogado madrileño que goza de gran reputación, le dio la oportunidad de sentar la cabeza; al igual que el rico heredero León Fernández Dávila o el empresario Oscar Lozano pero Ana, un espíritu libre sigue volando en solitario, aunque siempre rodeada de atractivos pretendientes.