Eva González: «Moriré siendo Eva de Mairena del Alcor»
La presentadora no suelta prenda respecto a Cayetano o Jordi Cruz aunque reconoce que con sus compañeros de trabajo es «pesada»
Eva González: «Moriré siendo Eva de Mairena del Alcor»
Con amabilidad escora cualquier explicación de su ruptura con Cayetano Rivera o sobre los rumores de romance en el set de grabación. Eva González (33 años) contesta a todas las preguntas que ABC le hace en exclusiva. A todas hasta que le tocan ... el corazón. Ahí se enroca y «no conoce» ni a toreros ni a cocineros. Está radiante porque la segunda temporada de «Masterchef» ha vuelto al prime time como líder de audiencia en su primer programa con un 16,5 por ciernto de cuota de pantalla. Aunque eso signifique que la ex miss España vuelva a vivir en el AVE: de Canal Sur a Televisión Española , con la mochila llena de tupper con comida de su madre.
-Después de doce horas de grabación...Agotada, ¿no?
-Un poquitín, sí, hija... Deseando ponerme le pijama.
-Entre las novedades, ¿las más alucinantes siguen siendo las de condiciones extremas?
-¡Y más que la temporada pasada! Yo cuando veo que tienen que cocinar en un Boeing a 2000 metros de altura, ¡alucino!
-Vamos, que además de saber hacer besugo tienen trabajar en el circo del Sol.
-(Risas) ¡El programa es insaciable! Es una metáfora de la cocina profesional que tiene que ver con ese concepto de estrés, presión, ir al límite.
-Actúa como hilo conductor entre concursantes y jurado, hasta que llega el momento en el que se sienta con el expulsado.
-Ahí me sale la personita que soy. La magdalena que llevo dentro y me emociono, ¡Y porque hay que cortar mucho en la edición!
-Pepe Rodríguez tiene un gran carisma... ¿Le augura proyectos televisivos en solitario?
-¡Ojalá, mi Pepito! Pero creo que, igual que Jordi o Samantha, sería relacionado con la cocina. ¿No ves que son felices entre fogones? Además este año os vais a llevar sorpresas...
-Se les ve muy cómplices los cuatro.
-Pasamos muchas horas y hemos generado mucho feeling. No somos compañeros, somos amigos. Bueno, ¡somos hasta pesados! Cuando el finde nos separamos, nos echamos de menos.
-Vamos ¿que tiene usted el corazón libre como un taxi dónde sólo le caben amigos...?
-Mi «arma»... ¡Tengo que driblar! Sabéis que de mi vida no hablo nunca.
-No, si solo quería matizar que ni sofritos, ni capotes...
-¿Cómo era aquello de... Contra el vicio de preguntar está la virtud de no responder? Pues eso.
-Pero no me negará que les pide recetas a sus compañeros.
-¡Pero sin ni me acuerdo desde cuando no hago cenas! Cuando trabajo tanto, tengo aparcada mi vida social.
-El paladar, al menos, se le habrá afinado al lado de los maestros, ¿no?
-Teoría y paladar tengo por arrobas... Piensa que son tres «deformaos» de la cocina y están todo el rato hablando de ello, ¡como para que no se me pegue algo!
-Y usted llegará a casa y cometerá la herejía que me imagino.
-¿Pedir comida rápida? ¡Pues sí! Y ahora me van a matar. Yo antes hacía mis lentejitas y mis cosas pero era la valentía del ignorante, ahora me bloqueo.
-Supongo que solo con probar lo que guisan los aspirantes...
-¡Lo probamos todo! No creáis que sólo repartimos. Las cabezas de gamba para Pepe, y el resto para los demás (risas). El resto, va todo a comedores sociales.
-¿De qué diseñadores le veremos vestida?
-Siempre moda de España: Delfín, Juanjo Oliva, Schelesser, Torretta, Antonio García... Sencillita, sin abalorios...
-¿Subida al tacón y con el pelo tirante?
-Del tacón no me apeo y lo del pelo así es muy andaluz; me encanta.
-¿Es verdad lo de que hace punto en los descansos de grabación y en los viajes?
-¡Sí! Pero no es con dos agujas sino con telares, que nadie espere de mí un jersey...
-¿Dentro de usted sigue habiendo una chica de pueblo a pesar de todo lo vivido?
-Evolucionamos y conocemos gente, pero yo sigo siendo Eva de Mairena del Alcor y así me moriré. Allí está mi infancia, mis amigos, mis recuerdos y mi familia.
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