Ana Obregón e Israel Lancho, el principio de algo bueno
El torero extremeño y la actriz pasarán este fin de semana juntos
beatriz cortázar
Viernes por la noche. Entrega de los premios «Why Not» en la sala Polana de Madrid. Sin duda, de las discotecas de ambiente más divertidas de la capital situadas en el barrio de Chueca, donde se puede bailar por Rafaela Carrá, Camilo Sesto o Raphael. ... Al frente de estos templos de la noche madrileña se encuentra su propietario, Edgard Cabral. Un empresario que también es artista y que en breve presentará su disco de música pop que ha compuesto (esta semana grabará en Brasil dos de sus temas) junto a la encantadora Sisi Miranda, alma y cuerpo también de estas salas donde suele actuar en directo.
Entre los premiados, figuras de la música española como el dúo Azúcar Moreno que interpretó «Pena, penita, pena» junto a su prima Sara, las cantantes Tamara y Diana Navarro o el programa «Qué tiempo tan feliz (QTTF)», entre otros. Luis Rollán actuó como maestro de ceremonias y hubo galardón especial para la actriz Ana Obregón , que días antes viajó a Madrid asustada por la hospitalización de su madre, que ya está recuperada y en su casa.
Con vestido de lentejuelas y estola de piel de Nelsy Chelala, Anita recibió su trofeo de manos del torero Israel Lancho, quien compartió mesa con Ana y me confesó que era la primera vez que se veían pero que le había caído genial. Tan bien resultó este primer encuentro que de allí se fueron a una sala flamenca de la zona de Huertas y ya han quedado para un tentadero este fin de semana donde Obregón, buena aficionada a los toros, podrá ver en directo el arte del diestro extremeño que, como está pasando con muchos toreros españoles que no están en primera fila, torea más en América que en su propio país.
Lo de las figuras de siempre está muy bien pero digo yo que habrá que dejar espacio en los carteles a otros matadores que buscan también tener su gran tarde y demostrar ante la afición de lo que son capaces. Lancho lucha por su sitio y entre medias surge esta amistad con Obregón quien, aunque recientemente me reconocía que se encuentra muy bien sola, lo cierto es que esa noche estaba con una sonrisa que anunciaba muchas cosas buenas. Tiempo al tiempo.
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