El novio de Chabelita prepara una demanda contra los paparazis
El pasado viernes, cuando la pareja visitaba al pediatra con su bebé, Alberto Isla acabó a puñetazos con unos fotógrafos
El novio de Chabelita prepara una demanda contra los paparazis
La primera salida a la calle de la hija de Isabel Pantoja y su pareja, Alberto Isla, ha llegado envuelta de polémica. Como marca el calendario de vacunación los dos fueron con su hijo recién nacido al centro de salud de Málaga donde el bebé ... tenía que someterse a su primer chequeo médico (evolución de peso, talla, primeras vacunas...) con el fin de ir cumpliendo con la cartilla médica. Es verdad que los padres posaron ante los medios de comunicación al abandonar el hospital donde nació Alberto Isla Pantoja y que hasta la fecha todos los rumores que apuntaban a una exclusiva de la pareja en una revista del corazón se han quedado en nada, ya que ni durante el embarazo ni en el hospital entraron los fotógrafos a inmortalizar ese momento. Por lo menos, hasta el día de hoy no hay reportaje remunerado, aunque eso no significa que lo podamos ver en cualquier momento. Pero bien porque no se les va a pagar una fortuna o porque Isabel Pantoja no quiere sumarse a esa posible exclusiva, el único posado fue tras el alta hospitalaria. Después, se instalaron en la finca «Cantora», donde la familia ha podido disfrutar en la tranquilidad del campo de los primeros días de vida del bebé.
Así ha sido hasta que el pasado viernes sea armó una buena cuando acudieron al pediatra y varios fotógrafos se metieron en la clínica. Isla no estaba por la labor de permitir que retrataran a su hijo (la Ley le protege), así que se enfrentó a los y muchos serán ya por los que habrán podido ver las imágenes de cómo se enfrenta a los paparazis y se lio a puñetazos. Es verdad que esa imagen tenía su valor en el mercado del corazón, pero también que hay límites que no se pueden pasar. Por eso, ahora Isla ya estudia con su abogada interponer una denuncia a las personas que entraron en el hospital y se liaron a tortas. Y parece que en ese cometido anda en sintonía con el propio hospital, que no quiere que esas escenas se vuelvan a repetir. Hasta la fecha, ni Alberto ni Chabelita han aprovechado el embarazo o nacimiento de su hijo para lucrarse. Mientras siga con esa actitud de prudencia, no se encontrarán con ningún juez que les pueda recriminiar el mercadeo de su intimidad.
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