Sofía Haudet, de militante kirchnerista a bella «miss»

El pasado fin de semana, unos 25.000 espectadores asistieron un año más a la elección del certamen en el que Sofía Haudet, una bella joven de 19 años que representaba a la localidad mendocina de Guaymallén, el departamento más poblado de la provincia, fue coronada como la más guapa entre las guapas. La noticia colmó de felicidad a la muchacha de ojos azules y enorme sonrisa pero la alegría le duró poco tiempo. De inmediato, las redes sociales empezaron a escupir mensajes donde se ponía en duda la transparencia del concurso. A la flamante ganadora se le atribuye una activa militancia en las filas kirchneristas y los más desconfiados apuntaron, sin concesión, que el concurso había estado apañado por eso.

«Reina Nacional de la Vendimia! Felicitaciones compañera! Es un orgullo para todos tus compañeros! Sabemos de tus convicciones, tu amor hacia los otros, el compromiso por tu provincia y tu militancia! Te saludamos con un fuerte abrazo! Mujer hermosa es la que lucha, vos sos hermosa!!!» El mensaje de felicitación salió de la Güemes, organización ultra «kirchnerista» que, con su entusiasmo, no hizo más que echar leña al fuego de la sospecha sobre la legitimidad de la reina de la vendimia.

Dicho ésto, en rigor, el resultado de la votación no debería dar pie a sospechas de fraude. Sofía Haudet obtuvo 63 votos frente a 23 de la virreina María Agustina Cano y esa diferencia debería haber servido para tapar las bocas de muchos y dejar las manos de los twitteros en los bolsillos por un rato pero, paradójicamente, sucedió exactamente lo contrario.

El estallido en las redes tendió un manto de sospecha tan espeso sobre su elección que obligó a Sofía a salir al paso. «Creo que hoy está mal visto militar pero una persona que milita es una persona a la que le interesa la sociedad y quiere utilizar la política como herramienta social», se defendió en declaraciones al diario «La Provincia» de Mendoza donde negó, como algunos habían dicho, pertenecer a La Cámpora y ser una «acomodada» de la organización que fundó Máximo Kirchner , el hijo de la presidenta de Argentina, CristinaFernández .

La muchacha estudia segundo año de Marketing pero antes «trabajaba en un local de comidas rápidas», recuerda en el periódico. Se declara «deportista empedernida –practica Hockey- y me encanta jugar en equipo. Esta disciplina es como mi cable a tierra», asegura.

Descendiente de italianos otra de sus aficiones o debilidades es el idioma de Dante Alighieri, «empecé –a los 14 años- porque quería practicar el idioma y es una buena posibilidad de desinhibirse». Su ilusión por la corona de la belleza se transformó en desafío en el 2013, fue el pasado año cuando se inscribió en un curso de Ceremonial y Protocolo para «estar preparada por si llegaba la oportunidad (de ser reina de la vendimia) y sino, también me sumaba para mi vida», reflexiona.

Su deseo, en medio de este alboroto, es que la recuerden como «una reina que llevó color a todos los lugares donde fue». Es posible que se cumpla pero, de momento, visto el mal vino de algunos quizás el recuerdo que quede sea otro.