Nicolas Sarkozy y Carla Bruni se querellan contra Patrick Buisson
El expresidente de Francia y su mujer toman medidas legales contra el exconsejero político que grabó en secreto centenares de conversaciones privadas
Nicolas Sarkozy y Carla Bruni se querellan contra Patrick Buisson
Nicolas Sarkozy y Carla Bruni han decidido querellarse contra Patrick Buisson, exconsejero político del expresidente, que grabó en secreto centenares de conversaciones íntimas en el Elíseo, de un alcance íntimo y político, al mismo tiempo, desenterrando capítulos enteros de la vida más secreta en la ... cúspide del poder de Estado.
Buisson, por su parte, ha decidido querellarse por robo de pertenencias privadas. Antiguo militante de extrema derecha, Buisson tiene problemas personales con uno de sus hijos, de quien se sospecha que pudiera haber filtrado a varios medios el contenido de algunas grabaciones realizadas por su padre durante varios años, cuando aconsejaba a Sarkozy en cuestiones de política interior.
El semanario satírico Le Canard Enchaîné y el diario online Atlantico han publicado fragmentos de conversiones en los que Carla Bruni y Sarkozy bromean con mucha soltura sobre la condición de «mantenido» de un jefe de Estado que gana menos dinero que su esposa.
Sarkozy declarándose «mantenido» y Carla Bruni «quejándose» de no poder ganar más dinero como modelo son la nota de alta comedia frívola de un escándalo que tiene dimensiones mucho más siniestras y shakesperianas: las de un jefe de Estado traicionado por un consejero político que grava centenares de horas de conversaciones íntimas, con oscuros fines personales.
«Hay que ser enfermo mental»
François Fillon, exprimer ministro de Sarkozy, ha resumido el escándalo con una sola palabra: «Repugnante». Otro consejero político de Sarkozy, Henri Guaino, víctima igualmente de las grabaciones secretas de Buisson, comenta el escándalo de este modo: «Hay que ser un enfermo mental, o algo peor, para grabar centenares o millares de horas de conversaciones íntimas, para guardarlas en un cofre personal, con fines inconfesables».
Harlem Désir, líder del PS, ha pedido al Gobierno y el grupo parlamentario socialista (mayoritario) la creación de una comisión especial que investigue este «escándalo de Estado».
Anunciando una querella contra un siniestro traidor, la pareja Sarkozy/Bruni espera que sus abogados conozcan rápidamente el contenido de algunas grabaciones íntimas e inflamables, en el terreno personal. Quizá se trate del capítulo menos grave del escándalo, que pudiera tener flecos políticos más siniestros, enterrados en los más oscuros pasillos del Estado.
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