José Ortega Cano elude la cárcel sometiéndose a un cateterismo

Según el parte médico difundido ayer por la Dra. Mercedes Cuesta Nuin, directora médica de la Ruber, el inesperado procedimiento al que se sometió el viudo de Rocío Jurado «ha cursado sin complicaciones». Sin embargo, el informe médico deja abierta la puerta para nuevas pruebas médicas . «Se han objetivado (encontrado) lesiones en las arterias coronarias, pendientes de evaluación funcional, para decidir el tipo de tratamiento de su enfermedad coronaria», explica el comunicado.

Familiares del torero han desmentido a ABC que Ortega necesite un by-pass, como informaron en un principio algunos medios. Su entorno ha descartado en primera instancia que los doctores vayan a implantarle un marcapasos , ya que el problema de Ortega proviene de una «pequeña obstrucción» en una de las arterias del corazón, y no de un mal funcionamiento del sistema eléctrico de ese órgano.

Aunque en un primer momento Ortega fue al hospital Ramón y Cajal, donde se encuentra uno de los cardiólogos que conoce su historial clínico, el hecho de tener que esperar los plazos pertinentes para encontrar respuesta a sus dudas le hizo ir a la medicina privada y evitar así las listas de espera. En consulta con varios médicos que le han tratado en estos años al final el diestro se ha puesto en manos del jefe de cardiología del Hospital Clínico , el doctor Macaya, que fue quien ayer le intervino del cateterismo a primera hora de la mañana en el Ruber Internacional, donde también suele operar.

Pena inminente

Se calcula que hoy Ortega Cano pueda volver a su casa con los suyos desde donde esperará a que le llegue la orden de ingreso en prisión, dado que una dolencia como la suya no exime que entre en la cárcel cuando el juez lo considere oportuno. Lógicamente, esta prueba quirúrgica, que consiste en examinar la arteria por si hubiera alguna obstrucción , se tendrá en cuenta a la hora de su entrada en la cárcel, ya que Ortega acudirá con todo sus historial clínico con el fin de que esté en observación para evitar algún disgusto no deseado.

Sobra decir que están siendo las Navidades más complicadas para los Ortega. Con José Fernando en prisión y sin pinta de que le vayan a soltar en breve (el fiscal pide una condena de cinco años de prisión por los delitos de robo con agresión), su operación y su entrada en la cárcel el torero sabe que ahora tendrá que pasar una larga temporada alejado de los suyos y de ahí que estos días haya organizado sus cosas con el fin de que su cuñado Aniceto y su hermano Paco se pongan al frente de todos sus negocios y velen por el bienestar de sus hijos y de su pareja, Ana María Aldón. Con marcapasos o sin él, Ortega Cano sabe que el 2014 no va a ser el año que hubiera soñado.