Claudia Stilianopoulos: «Respeto a mi madre, pero no terminaré siendo una mariana»

La hija de Pitita Ridruejo presenta su arte «anti-crisis»: pinta sobre cartones y tablones viejos que ella misma rescata de la calle

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martín bianchi

09/12/2013
Actualizado a las 16:51h.

Los hijos de padres famosos suelen odiar hablar de sus progenitores. Claudia Stilianopoulos (Madrid, 1973), hija de la «socialité» Pitita Ridruejo , es una grata excepción. «Mi madre tiene un buen club de fans. Supongo que gracias a ellos se mantiene así de joven a ... sus 83 años», dice «Clo» (así la llama Pitita) mientras prepara sus maletas para viajar a Art Basel Miami, la famosa feria de arte que se celebra esta semana. Claudia no es una artista mediática , pero ha decidido dar un paso al frente para hablar de su nuevo proyecto: «Art+Gastronomy», una exposición que permanecerá abierta en el restaurante Seis Ocho hasta el 22 de febrero. «Quería que la gente viera mis obras mientras disfrutaba de una buena comida», explica la artista, que ha llevado adelante esta original idea de la mano del marchante Christian Oliva-Vélez y la chef Begoña Fraire.

Claudia es conocida por sus esculturas monumentales, aunque para esta exposición se ha decantado por la pintura, utilizando como base viejos tablones, palés y cajas recicladas que ella misma rescata de la calle . La crisis tiene algo que ver en ello. «La venta de arte ha bajado mucho en España. Hasta hace poco vendía fácilmente mis obras grandes, ahora me he adaptado al nuevo entorno y hago obras pequeñas. Si antes vendía cuatro murales, ahora vendo veinte pinturas pequeñas», señala. El precio de sus trabajos está entre los 880 y los 7.000 euros.

Claudia y sus hermanos se criaron en un entorno artístico y cosmopolita, siguiendo los pasos de trotamundos de su padre, el exembajador filipino Mike Stilianopoulos. Sin embargo, se apresura a aclarar que no recibió ninguna influencia de él. «La etapa artística de mis padres fue cuando vivían en Roma. Yo todavía no había nacido. Obviamente crecí en un entorno de objetos bellos, muebles, pinturas.. . pero cuando era pequeña nunca los vi pintar. Curiosamente, recién ahora, con 40 años, puedo disfrutar de contemplar a mi padre pintando», dice.

Pronto, la hija de Pitita abandonará España. La crisis también tiene algo de culpa en su decisión. «En 2014 me mudo a Londres. Afuera hay más dinamismo que en España. Aquí falta entusiasmo e iniciativa», dice. Pero no piensa renunciar a su sello «made in Spain» . Conservará su hangar madrileño y Espacio 51, su sala de exposiciones, a la que ella se refiere como «la antigalería». «Como han cerrado muchas galerías en Madrid, hay artistas que se han quedado sin sitio para enseñar su obra. Por eso abrí Espacio 51. Yo solo alquilo el lugar, y los artistas se quedan con el cien por ciento de las ganancias de sus ventas. Es un proyecto que no cae bien entre los galeristas convencionales», reconoce.

Asuntos de familia

Y es que «Clo» es alérgica a las convenciones. En 1998 fundó Casa deClo, su primer proyecto de decoración y arte, una firma que comercializaba desde obras artísticas hasta muebles, pasando por objetos decorativos y piezas de interiorismo. Su exmarido, el artista conceptual Juan Garaizábal , nieto del fundador de Viajes Marsans, le echó una mano en aquellos años. «Juan me ayudó mucho. Él era comisario de mis instalaciones en España y el extranjero. Pero nuestra colaboración duró lo que duró nuestro matrimonio. Ahora cada uno trabaja por separado y mi empresa ha mutado en Arte deClo», aclara.

Este domingo, Día de la Inmaculada Concepción, Pitita será la anfitriona de un evento para promocionar «La Virgen María y sus apariciones» , su nuevo libro sobre las apariciones marianas . Claudia no podrá asistir, porque estará en Miami para hacer lo propio con su arte. «Respeto mucho a mi madre. He crecido leyendo sus libros sobre la Virgen. He leído el último y me ha gustado. Pero no terminaré siendo una mariana», aclara. ¡Amén!