Mamen Sánchez, tras conocer la muerte de María de Villota: «Su cabeza era como un jarrón roto en mil pedazos»
Mamen Sánchez, que además es directora adjunta de la revista «¡Hola!», habla con ABC sobre el último año y medio de vida de la deportista
martín bianchi
Muchos no lo saben, pero María de Villota era parte de la gran familia de la revista «¡Hola!». La expiloto, prima de los Sánchez Junco por vía paterna, colaboraba con la famosa publicación, donde tenía su propio blog y brindaba extensas exclusivas, como la de ... su boda, en julio de este año. «Estoy muy impresionada con la noticia», dice Mamen Sánchez, prima de Villota y directora adjunta de «¡Hola!». «María era diez años más joven que yo. Antes del accidente , ella vivía para las carreras . Pero después de su recuperación, se unió mucho a toda la familia. Todas las primas éramos como hermanas. El último año y medio fue un regalo para ella», añade Sánchez.
María de Villota celebró su «primer año de vida» –así llamó a su primer aniversario del accidente, que ocurrió en julio de 2012– en un restaurante de La Moraleja, en Madrid, rodeada de sus amigos íntimos y familiares. «Allí nos anunció que se casaba. Estaba feliz », recuerda Sánchez. «Tras el accidente, que provocó su cambio físico, María pensaba que ya nadie la iba a querer . Pero en ese primer ''cumpleaños'' nos confesó: ''He recibido más amor en este año que en toda mi vida''. Después, anunció su boda con Rodrigo (García Millán). Fue una velada inolvidable. Cantamos, reímos y lloramos», dice la prima de la expiloto.
Sánchez reconoce que ni los médicos sabían hasta dónde podían llegar las secuelas del accidente que sufrió María. «Ella sabía que su salud era delicada y que su futuro era imprevisible. Un día me enseñó las radiografías y solo te puedo decir que lo que se veía era asombroso. La cabeza de María tras el accidente era como un jarrón roto en mil pedazos . Por eso ella sabía que su vida era un regalo, un verdadero milagro. Y por eso estiró cada minuto de su vida hasta el final», explica la periodista de «¡Hola!».
Familia unida
Inmaculada Albarracín Durán, directora de comunicación de la firma de joyas Durán, con la que María también colaboraba habitualmente, ha recordado que la expiloto formaba parte de su familia, aunque lejana. « María era una gran persona tanto a nivel profesional como personal. En esta última época habíamos congeniado especialmente bien. Ella se preocupaba más de los otros que de sí misma . La solidaridad que ha tenido con todo el mundo que lo necesitaba ha sido magnífica. Era un ejemplo de superación impresionante», asegura mientras siente el haber perdido a esta «gran persona».
Inmaculada ha sido una de las últimas personas en hablar con Villota , con quien habían estado presentando las nuevas colecciones de la firma de joyas en Valencia, el pasado día 26. «Tenía muchos planes, este mismo lunes presentaba su libro y nosotros estábamos al corriente de todo, cuando hablamos con ella estaba totalmente normal», explica. El amor que unía a la familia Durán con María «era profundo»: «toda la familia Durán está muy consternada». Se nos ha ido una gran persona, tanto para la familia como para el deporte, la solidaridad y la superación. En todas las facetas que ella tocaba era una estrella y se nos ha ido nuestra estrella. Siempre estará con nosotros», concluye.
Solidaridad
Una de las iniciativas que unió a Durán con María fue el proyecto que tenían juntos con la Fundación Ana Carolina Díez Mahou . María luchaba para recaudar con sus pulseras -con el símbolo de la estrella que llevaba en su casco de Fórmula 1- el dinero suficiente para ayudar al mayor número de niños con enfermedades neuromusculares y mitocondriales. El objetivo final era conseguir pagar unos tratamientos de fisioterapia motórica que ayudaran a mejorar la vida de estos pequeños. Javier Pérez-Mínguez, director de la fundación , ha querido hacer llegar a ABC un comunicado con sus condolencias para la familia.
«Para la Fundación Ana Carolina Díez Mahou hoy es algo más que un día triste, un día en el que nos faltan las palabras, porque nos falta un héroe en el que mirarnos . Para nuestra Fundación (su Fundación), María ha sido el motor y la energía del trabajo constante por y para los niños con enfermedades neuromusculares/mitocondriales», dice Pérez-Mínguez.
«Sólo quiero decir que mi vida, y creo que la de muchísimas personas, no volverá a ser igual sin María de Villota. Ahora estarás con Javi -hijo del primo de María que falleció por esta misma enfermedad- y todos nuestros niños te echarán de menos, pero seguro que desde allí también repartirás sonrisas y energía a todo el mundo. Siempre se van los mejores», añade el director de la fundación.
En su última entrevista concedida, en la última pregunta contestada, María apuntó un sueño: «Encontrar una cura para los niños de la Fundación Ana Carolina Díez Mahou. Hoy más que nunca nos toca trabajar por ello. María, gracias por existir», concluye el directivo de esa institución.
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