Catherine Deneuve, dispuesta a vivir otra «gran historia de amor»
La actriz, que cumplirá 70 años en octubre, no cierra las puertas a enamorarse de nuevo
juan pedro quiñonero
Catherine Deneuve cumplirá setenta años el próximo veinte de octubre. Acaba de terminar el rodaje de una película, comenzará uno nuevo dentro de unas semanas, sigue fumando como una camionera, se deja arrastrar por algunas pasiones íntimas (el chocolate, el champán), y se confiesa ... con « Paris-Match »: «Qué quiere que le diga. Soy inconformista e insumisa , por naturaleza. Siempre he hecho lo que me da la gana. En el fondo ¡soy una pequeña anarquista! Las gentes razonables me aburren. Amo y respeto a la gente, sí; pero rechazo los convencionalismos sociales . A partir del momento que no hago daño a nadie, hago lo que me da la gana. Siempre decidí vivir mi vida. Me protejo, un poco; no demasiado...», se sincera.
Consecuencia de tan acalorada proclamación libertaria, Deneuve se justifica ante la publicación francesa. «A las puertas de mis setenta años, me siento tan audaz como cuando tenía veinte . No me da miedo el peligro. Quizá les parezca una locura a algunos, pero si la ocasión se me presenta no dejaré pasar una gran historia de amor». Son las palabras de una actriz que no dudó en vivir con libertad sus relaciones, sin dar explicaciones a nadie.
La intérprete solo se casó una vez , con el fotógrafo británico David Bailey, del que se separó en 1972 tras siete años juntos. Del conquistador cineasta Roger Vadim –su primer amor, el padre de su primer hijo, nacido en 1963, y el hombre que le aconsejó teñirse de rubia– a Marcello Mastroianni –la última de sus conquistas, con quien tuvo a su segunda y última hija, Chiara, que nació en 1972–, Catherine ha tenido algunas relaciones célebres. Y algunos menos célebres.
Ejemplo maternal
En su madurez definitiva confiesa que el amor, el deseo y la entrega , han sido los grandes «motores» de su vida, y parodia el Cántico de San Juan de la Cruz sin saberlo cuando afirma: «Para recibir, es imprescindible saber dar, entregarse. La vida es un intercambio». «Donde no hay amor, pon amor y sacarás amor», decía el místico castellano.
En el caso de Deneuve, la vitalidad y la pasión por la vida son cosas de familia. Su madre tiene 102 años , y vive sola, en su casa. La actriz desvela que esa es su más honda fuente de vida: «Mi madre es un encanto. A sus años, se obstina en vivir sola, a su aire. Ella me da una imagen reconfortante y feliz de la vejez. Es una maravilla, a mi edad, poder continuar diciendo mamá». Por muchos años, Señora.
Catherine Deneuve, dispuesta a vivir otra «gran historia de amor»
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete