Lady Elena Foster organiza una fiesta con artistas en su «garaje» madrileño

¿El lugar? La sede madrileña de Ivorypress. Para que nos entendamos, el antiguo «garaje» del barrio de Tetúan que Lady Elena Ochoa Foster ha transformado en una galería abierta al arte contemporáneo, la arquitectura, el diseño, la fotografía y los libros. Y es que Elena Ochoa (1958), psicóloga, editora, galerista y mecenas, ha demostrado su capacidad de reinvención y de adaptación en múltiples facetas. Discípula de Vallejo-Nájera, se convirtió en una estrella mediática gracias al primer programa sobre sexo en la televisión española. Aquello duró poco, pues todavía no era su momento, y se marchó a Cambridge a realizar una tesis sobre el alzheimer. Además, fue profesora emérita en el King’s College. Allí conoció al célebre arquitecto Norman Foster. Se casaron y comenzó una etapa de formación y desarrollo dentro del mundo del arte, hasta que en el 1996 funda Ivorypress.

El poder de convocatoria de Elena Ochoa es grande, pues se implica en profundidad en cada una de las exposiciones que organiza. Y es que todos los años inaugura la temporada con una muestra dedicada, principalmente, a la arquitectura. El propio Norman Foster, Jean Prouvé y Zaha Hadid ya han sido protagonistas de sendas exposiciones. Este año le ha tocado el turno al diseñador industrial de origen israelí Ron Arad, por el que siente una especial debilidad. «Esta muestra es el resultado de dos años de trabajo con Ron, de reuniones de nuestros equipos, de sesiones de trabajo en Londres y en Madrid», explicar Elena.

El primero en llegar a la fiesta fue el mismísimo Sir Foster, con aire tímido y discreto. A él le siguieron Javier Mariscal, nuestro Woody Allen particular, quien no paró de hacer caricaturas con su iPad a todo el que se movía y, también, el arquitecto Francisco Mangado. Y para completar, una tropa de periodistas especializados en arte y diseño, así como representantes del mundo del arte, de fundaciones y galerías para conocer de cerca a Ron Arad. Maestro del diseño industrial, nació en Tel Aviv en 1951 y reside en Londres desde los años 70. Él ha revolucionado el mundo de los materiales, de las formas y de los objetos. «Un niño de 60, como él mismo se define, al que le gusta jugar y experimentar», cuenta Ochoa.

«Desde hace casi dos décadas tengo una estrecha amistad con Ron Arad, sigo de cerca su trabajo como diseñador y también como arquitecto. Ha formado en Londres un equipo potente, vital y comprometido, su estudio es un pozo inagotable de ideas», dice Lady Foster sobre este artista que expone en Madrid hasta septiembre.