Judit Mascó: «Aunque sigo siendo rubia, ya peino canas»
La modelo es nueva embajadora de L’Oréal París, junto con Andie McDowell y Pé Cruz
Judit Mascó: «Aunque sigo siendo rubia, ya peino canas»
Judit Mascó transmite tranquilidad cuando habla. No gesticula mucho ni sube la voz, tampoco acelera su discurso. Será porque a sus 43 años la modelo catalana reflexiona sobre la madurez con una idea muy clara: «Ahora el protagonismo es para mis hijas ». ... Pese a ello, esta madre de cuatro niñas preadolescentes se acaba de convertir en embajadora de L’oréal París como imagen de Excellence Créme, hecho que agradece con orgullo: «Es algo que siempre quise hacer, es muy importante que en la madurez me llegue esto».
Nada más anunciar su incorporación al grupo de mujeres en entonar « porque tú lo vales », entre las que se encuentran Andie MacDowell o Penélope Cruz, Judit compartió su ilusión con ABC.
El discurso de la modelo recuerda al de Concha Velasco cuando ganó el Goya de Honor: una gran ilusión pero un reconocimiento merecido. « La suerte una se la busca ; por eso, no solo estoy agradecida, si no que pienso que si me ha llegado ahora será por algo», reflexiona. Por algo como sus 20 años de carrera, de imagen siempre en la cima.
A pesar de que se define como «una hormiguita» que ha cosechado las cosas poco a poco «sin padrinos», desde que en 1990 fuera portada de «Sports Illustrated» nunca ha salido de la retina popular. Según explica, esta oportunidad aparece en la mejor de las circunstancias: «Antes era un sueño profesional porque era un plus para mi carrera. Llegándome en este momento, es un plus personal, es como el colofón de mi carrera ».
La top asegura que utiliza el tinte L’Oréal Excellence para cubrir sus canas -« aunque sigo siendo rubia, ya las peino y esto las disimula »-. Rasgos de la edad que asume tranquila, igual que las arrugas: «No tengo ningún miedo a envejecer, las arrugas forman parte de la vida, de todo lo que estamos hablando».
Vida estable
Sumado a su éxito profesional, Judit aúna el personal: lleva veinte años casada con Eduardo Vicente, padre de sus hijas. De él dice que no la ayuda sino que colabora: «No habría formado una familia de no ser así, hacemos un buen equipo», comenta. La modelo ha tratado de proyectar poco de su faceta más personal y, aunque todos los veranos la fotografían con su familia, cree que ha tenido a sus hijas «muy al margen» de su trabajo: « No es fácil que mamá sea conocida », asegura. Por eso, porque ellas son su prioridad y por la época en la que están, Mascó tiene muy claro lo que hay dentro de casa: «Todo lo que me venga a partir de ahora para mí es un regalo, el protagonismo es para mis hijas, es su momento».
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