Mariann Barrena, el arma secreta de Ancelotti

La única vez que el míster pasó por el altar fue para dar el «sí, quiero» a la italiana Luisa Ancelotti . Fueron veinticinco años de matrimonio en los que Carlo se convirtió en padre de dos hijos: Katia (29) y Davide (23). En 2004, aún casado, Carlo conocía a Marina Cretu, una joven periodista de origen rumano. Entre uno y otro mediaban dieciocho años de diferencia, pero les unía una fuerte pasión . Mantuvieron en secreto su historia de amor hasta que la joven le dio un ultimátum al técnico. Ancelotti optó entonces por separarse, pero el trámite hizo que se enfriase su relación con Cretu. Obtenido el divorcio, la periodista rompió con el entrenador.

«Donna misterio»

Aunque los rumores señalan que hubo otras féminas asociadas a la vida sentimental del entrenador, lo cierto es que en la actualidad una elegante mujer rubia aparece siempre a su lado.

En diciembre de 2011 , los paparazzi captaban unas instantáneas en las que la pareja disfrutaba de un paseo en lancha por los canales de Venecia . La prensa dijo que por sus venas corría sangre española. El enigma en torno a la compañera de Ancelotti es tal que la prensa italiana no dudó en bautizarla como la «donna misterio».

Su madre es natural de Santander y su padre nació en SigüenzaSe trata de Mariann Barrena McClay , una mujer vinculada al mundo de los negocios y cuyos padres nacieron en España. El destino quiso que Mariann naciese en Vancouver (Canadá) y ahora, caprichoso como acostumbra, la devuelve a la tierra que vio crecer a sus progenitores. Su madre, María Concepción Gutiérrez, es natural de Santander (Cantabria) . Se l icenció en Filosofía y Letras y embarcó con su marido, Antonio Barrena rumbo a América. Él había estudiado en la Facultad de Ciencias del Mar de Barcelona y su especialización en turbinas le brindó un puesto de trabajo al otro lado del Atlántico. Atrás quedaba su Sigüenza natal, un municipio al norte de Guadalajara . El padre de Mariann es un enamorado de Canadá, sin embargo, tras divorciarse de su esposa, regresó a España. Ella aún vive allí y ambos mantienen una relación cordial: «Las relaciones se acaban, pero no hay motivos para llevarse mal», aclaraba Antonio.

La vida de Mariann discurrió, sobre todo, en Vancouver. «Ella nunca ha vivido en España» , asegura su padre a ABC. Allí se casó con Mr. McClay, un magnate minero que disfruta jugando al golf. Juntos comenzaron una relación de la que nació su hija : una adolescente que ya ha cumplido dieciséis años y que estudia en un exclusivo internado londinense.

De Londres a París

Carlo y Mariann se conocieron en Londres . Por aquel entonces, Ancelotti era el entrenador del Che lsea FC y ella, divorciada, se había trasladado a la ciudad por cuestiones de trabajo. Surgió el amor y, desde entonces, Mariann se ha convertido en esa sombra sigilosa que acompaña siempre a Carlo Ancelotti. Cuando el París Saint-Germain fichó al técnico italiano , ambos emprendieron camino hacia la capital francesa. Se instalaron en París, a la orilla del río Sena, en un apartamento que ella misma eligió como nido de amor. Todo parece indicar que la La hija de Mariann no se vendrá a vivir a Madridhistoria se repite. «Están buscando casa en Madrid. No quiere vivir en La Moraleja. Prefiere algo más céntrico, como el Barrio de Salamanca» , aclara Antonio Barrena a ABC.

Sobre qué tiene pensado hacer la pareja con sus respectivos hijos se ha especulado mucho en la prensa. Algunos medios confirmaron que la hija de Mariann habría superado las pruebas de acceso del Colegio Americano de Madrid ubicado en La Finca. «Mi nieta seguirá estudiando en Londres», dice su abuelo a ABC . Quien si parece que se instalará en la capital es el hijo de Ancelotti, Davide. El joven podría incorporarse a la plantilla del Real Madrid y frecuentar la ciudad deportiva de Valdebebas. Davide jugó en el AC Milán y fue preparador físico de la categoría infantil en el equipo que acaba de abandonar su padre.

Pocas son las ocasiones en las que la pareja se ha dejado ver en público. El pasado miércoles 26 de junio posaron sonrientes en la presentación de Ancelotti como nuevo entrenador del Real Madrid . En el Santiago Bernabéu , el templo sagrado de la ficción blanca, los fotógrafos inmortalizaban a la «dona misterio» de sangre alcarreña, la primera dama del madridismo. Eran fotos a un rostro sin nombre. Eran las fotos de Mariann Barrena.