Mark y Carol, la gran pasión de Thatcher

Mark, quien ha vivido y trabajado en el extranjero los últimos 25 años, aterrizó el martes por la noche en Londres, y esta mañana se desplazó hasta la residencia de su madre en Belgravia donde realizó una fugaz visita y recibió las muestras de apoyo de todos los curiosos y seguidores que se están acercando para rendir su particular homenaje a Thatcher. Hasta el momento, ha preferido adoptar un segundo plano y no ha querido entrar en valoraciones.

Aunque durante los últimos años, el hijo de la baronesa había fijado su residencia en Marbella, Mark procuró viajar a Londres cada cuatro o seis semanas para estar cerca de su madre, ante el visible deterioro en su salud.

La noticia del fallecimiento le sorprendió mientras pasaba unos días de descanso en Barbados junto a su segunda esposa Sarah Russell, hermana de una vizcondesa británica, con quien se casó en secreto en Gibraltar. Está previsto que tanto Sara como su primera esposa, Diane Beckett, que actualmente reside en Dallas, asistan al funeral a petición propia de la baronesa Thatcher, quien expresó su deseo semanas antes de fallecer.

El hijo de la «Dama de hierro» se divorció de Diane, con la que tiene dos hijos (los únicos nietos de Thatcher), en abril de 2007, después de 18 años de matrimonio. A pesar de su ruptura, Diane mantuvo su siempre sincera y cercana relación con la ex primera ministra.

Sir Mark ha estado a menudo en el ojo del huracán informativo, tanto por su agitada vida privada, que le llevó a perderse por los desiertos de África cuando corría el Rally París-Dakar en 1982, como por su controvertida carrera de hombre de negocios.

Uno de los episodios más escandalosos, le implicó en una oscura trama de golpistas contra el presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang. El asunto estuvo a punto de llevarle a la cárcel en Sudáfrica, donde vivía, pero el buen hacer de sus abogados y el apoyo de su madre dejó las cosas en una multa de medio millón de dólares.

La otra hija de Margaret, Carol, conoció la noticia del deceso de su madre en la estación suiza de esquí Klosters, donde fijó su residencia hace más de 15 años. Aunque en un principio, no estaba previsto que regresase a Londres hasta la semana que viene, para asistir a la celebración del funeral de la baronesa, según indicó el portavoz de la familia, Carol anticipó su regreso y aterrizó anoche en la capital.

De profesión periodista, siempre mantuvo una actitud más discreta que su hermano. En 1996 publicó un libro sobre la vida de su padre y en alguna ocasión ha participado en concursos televisivos. Las desavenencias entre Carol y Margaret Thatcher han sido plausibles y nunca lograron alcanzar ese grado de afinidad y compenetración que la baronesa siempre mantuvo con su hijo Mark.