Los espías de Método 3 desnudan a los famosos
Investigaron a Thyssen, Piqué, al marido de Arantxa... Pero ¿Quién lo encargó?
janot guil
La paranoia, en forma de manía persecutoria, se ha instalado entre el famoseo de nuestro país a raíz de la trama de espionaje que tiene como base de operaciones a la agencia catalana de detectives Método-3 (con delegaciones en Madrid y en extranjero). «¿Espiaste? ¿ ... Te espiaron?» Ya no eres nadie en España si no te espían... o no te imputan.
Durante sus veinticinco años de actividad, los informadores que dirigía Francisco Marco acumularon una nómina de encargos que no sólo incluía a políticos -como la conversación en el restaurante La Camarga entre la popular Alicia Sánchez-Camacho y la ex de Jordi Pujol jr., origen de la la investigación-, sino también a empresarios, jueces y a la gente guapa que puebla el papel couché.
La semana pasada, un confidencial colgó en internet una lista de unos 169 supuestos trabajos -informes, seguimientos, investigaciones- realizados por Método-3 durante los últimos años. Entre los aludidos, nombres de políticos que ya habían trascendido, como los socialistas José Montilla, expresidente de la Generalitat; el ex presidente de Castilla La Mancha, José María Barreda; o el comisario europeo Joaquín Almunia. También encargos de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, o informes sobre el consejero de CiU Felip Puig. Sin embargo, entre ellos asoman patronímicos de la crónica rosa o de la otra galaxia más frívola que forman los deportistas, sobre todo los futbolistas.
Familia incomoda
Según la citada lista, Método-3 espió a Carmen Thyssen, a su nada querida nuera, Blanca Cuesta, y a un exnovio de la propia baronesa, el malogrado Espartaco Santoni. En 2007 también realizó un informe sobre otro yerno incómodo, Josep Santacana, meses antes de que se casara con Arantxa Sánchez-Vicario, comenzando así un matrimonio que ha llevado a la extenista a «divorciarse» de sus padres, a los que exige en los tribunales que le devuelvan el dinero que le gestionaron y hasta la casa donde viven. Y si de cazafortunas hablamos, cabe añadir a Javier Rigau, también querellado con la actriz italiana Gina Lollobrigida por una boda entre ellos que él dice que existió y que ella niega.
En el fútbol, también Método-3 hizo trampas por encargo. El Barça, en tiempos de Laporta, espió la «vida loca» de jugadores como Eto’o, Ronaldinho, Rafa Márquez, Deco y Piqué. Al central catalán le marcaron de cerca durante un tiempo, ya con Pep Guardiola en el banquillo, cuando el se prendó de las caderas de Shakira. Y como no hay Barça sin Real Madrid , también se espiaron, dicen, las jaranas de Súker o Mijatovic fuera de campo. Las cúpulas tampoco se libran. Como informaba Curri Valenzuela, el empresario Juan Miguel Villar Mir contrató informes sobre su adversario en las elecciones a la presidencia merengue de 2006, Ramón Calderón.
En este embrollo, mientras agentes de la Policía Nacional criban en los juzgados de Barcelona los centenares, sino miles, de informes incautados a Método-3 bajo la supervisión de los fiscales Anticorrupción Emilio Sánchez-Ulled y Fernando Bermejo, mientras el juez instruye la denuncia de Sánchez Camacho por ser grabada cuando escuchaba a la ex de Jordi Pujol jr. largando sobre sus evasiones fiscales, el ventilador sigue girando.
Aparecen supuestos informes e investigaciones por doquier, se venden a periódicos, a los aludidos y a sus enemigos. La justicia deberá distinguir cuáles de estos trabajos eran legales y cuáles se hicieron con métodos ilícitos. Y citar a responsables y perjudicados intentando preservar la confidencialidad. Fuera de los tribunales, sin embargo, los escrúpulos son mucho menos. Las pesquisas se centran en quién encargó qué. A Tita la investigaron en 2001, en plena batalla entre ella y los hijos del barón Thyssen por la herencia. ¿Fue quién parece? Y más tarde, en 2007, su nuera Blanca estuvo en el punto de mira. ¿Fue Tita o no? ¿A quién interesaría escudriñar en el patrimonio y costumbres del marido de Arantxa? Pinta a que a sus padres...
Más vale por lo que calla
Francisco Marco vale más de momento por lo que calla que por lo que dice, tras ver cuestionado su método ante el juez. Entre sus artes, además, no se descarta que tomara la iniciativa a la hora de espiar. Espionaje y contraespionaje al amparo de un trabajo que nace de la desconfianza y/o intereses espurios inconfesables. Terreno maquiavélico. Fulano me encarga espiar a mengano. Hecho. Y luego aviso a mengano por si quiere espiar a fulano, o extorsiono a mengano, so pena de difundir sus miserias. O todo a la vez, porque uno y otro preferirán callar. O cerrar bocas encargando a Método-3 informes inútiles o concediéndole subvenciones, como se sospecha hizo el tripartito catalán. Malversación de fondos públicos, encima.
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