La boda de Javier Rigau y Gina Lollobrigida sigue siendo un expediente X

Con estas declaraciones Gina quiere zanjar un misterio que rondaba desde hacía tres años y que Rigau nunca quiso confirmar públicamente pero sí dejaba con su silencio la posibilidad de que más de uno pensara que era el marido secreto de la ex sex symbol italiana. Según el propio Rigau existe «documentación que no da lugar a ningún género de dudas en cuanto a la validez y celebración del referido matrimonio canónico». Su abogada Teresa Bueyes avala esa unión y avisa que su cliente tomará medidas si mancillan su honor.

Lo cierto es que el asunto es de película de misterio o terror. Primero porque la pareja, que años atrás posó en la portada de «Hola» anunciando su amor e idea de contraer matrimonio, rompió esa unión y desde entonces no se les ha visto juntos. Que Gina hubiera decidido casarse a sus 85 espléndidos años sólo se entiende con una gran ceremonia, muchas fotos y vestidos, joyas, decorados, y toda la parafernalia que rodea a una mujer que decida unir su vda a un hombre treinta o cuarenta años más joven. A esas edad la discreción y prudencia ni se entienden ni se comparten. Y si no que se lo digan a la duquesa de Alba o a Sara Montiel.

Por eso la boda por poderes como poco es sospechosa. Pero lo más llamativo es cómo mientras Gina anuncia denuncia contra su presunto marido y Rigau defiende su boda aquí parece como si el tiempo se hubiera detenido y no pudiera echarse para atrás hasta una boda por poderes. Si está casada la actriz puede divorciarse quiera o no su esposo. Si está soltera además puede llevarle ante los tribunales. No sería el primer caso que Rigau tiene que lidiar con la Justicia y como muestra ahí está el proceso que tuvo con la familia Planas e incluso con su ex abogado Saavedra, además de una denuncia de una empleada de hogar por la que fue apresado y luego absuelto. Recientemente una persona que se supone era de su total confianza, Cesc Santandreu, ha colaborado en una web donde se narran con todo lujo de detalles y sentencias las historias de este curioso personaje que se hizo famoso por su rocambolesca historia con Gina y quien a su vez dio el salto a la fama a la hoy mediática Carmen Lomana. En pleno auge de su idilio con Lollobrigida Rigau posó en una fiesta en Marbella con Lomana y de ahí a anunciar hamburguesas y perfumes sólo hubo un paso mediático. También al misterioso Rigau se le vio una época alternar con la actriz Ana Obregón y es que los dos compartían abogado, Javier Saavedra, con el que acabaron por distintos motivos.

Lo cierto es que Rigau es uno de esos personajes que tan pronto salpican las crónicas rosas pero siempre por historias polémicas que no son fáciles de digerir. La herencia que recibió de una anciana millonaria, el geriátrico que montó en Pedralbes, su contencioso con la familia Planas que años atrás le acogió como uno de los suyos han hecho que muchos duden de sus intenciones y pocos crean sus historias. Hoy, denunciado por Gina, Rigau se encuentra de nuevo entre las cuerdas. Quiere defender la validez de su enlace pero se ha encontrado con el rechazo de una Gina que está dispuesta a sacar todo su genio italiano para poner a este personaje en su sitio. Según anuncia su abogada Bueyes «en cuanto las cosas se calmen un poco iremos a la Fiscalía de Roma para que investiguen que está pasando con Gina y quien la está influenciando. En los últimos tiempos se ha enfadado con toda su gente, incluso con su nieto, y sólo escucha a su joven secretario. No entendemos nada esta reacción de Gina cuando ella estuvo conforme en el enlace. Por cierto, de momento no nos ha llegado ninguna denuncia». La boda o no de Gina y Rigau sigue siendo un caso de Expediente X.