Los Van der Vaart, la historia de un matrimonio que parecía ejemplar

La noche del pasado martes, los Van der Vaart asistieron a lo que iba a ser una tranquila velada de fin de año y que terminó en un verdadero desastre cuando Rafael golpeó a su esposa. El episodio ha destapado la historia de un matrimonio que no era tan ejemplar.

Apodado «El tulipán de Chiclana» por los orígenes gaditanos de su madre, el centrocampista, y exjugador del Real Madrid , ha confesado haber golpeado a su mujer en la fiesta privada de Nochevieja a la que asistieron. Ha sido la gota que ha rebasado el vaso de una relación que hace meses ya hacía aguas, lo que solo se sabía en su círculo más próximo. Y han decidido separarse. Lo ha anunciado el diario «Bild», la publicación sensacionalista de mayor tirada en Alemania, después de que Sylvie enviara un comunicado.

Van der Vaart, que el próximo 11 de febrero cumplirá 30 años, conoció a su mujer cuando tenía 19; en 2005 se casaron y, un año después, nació su hijo Damian. Su imagen de pareja perfecta les acompañó en su periplo por Holanda, Alemania y España, donde Rafael jugó de 2008 a 2010 en el Real Madrid. El centrocampista hispano-holandés ha reconocido haber agredido a su mujer: «Ha sido una estupidez. Soy un idiota. Lo siento mucho».

Momentos previos a la agresión, la propia Sylvie subía una foto junto a Rafael y a Sabia, esposa del jugador holandés Khalid Boulahrouz, en la que se les ve felices. Poco después, el futbolista tuvo una fuerte discusión con su pareja que acabó en agresión. La modelo incluso llegó a caer al suelo a causa del golpe ante la mirada atónita de unos diez invitados. Aunque Sylvie dice haber perdonado a su marido, ha decidido finalmente romper el matrimonio.

La pareja llevaba unida diez años —seis de ellos casados— y la separación parece ser que no ha sido tan sorprendente como en principio se pensaba: «Ha sido un proceso gradual que no hemos podido detener», explica Sylvie. Por su parte, el futbolista ha dicho refiriéndose a la agresión a su esposa que «nunca tenía que haber pasado».

Hasta esta semana, los Van der Vaart parecían una de las parejas más mediáticas del mundo del fútbol. Incluso, su enlace matrimonial fue retransmitido por televisión como si de una boda real se tratase. Pero el fin de la relación se venía venir: «Estoy muy triste porque no haya funcionado», ha declarado Rafael, quien partió hacia Abu Dabi junto a su club.

Pese a todo, ambos insistieron en que siguen unidos por un gran cariño y en que mantendrán «una relación de gran respeto», sobre todo para proteger a su hijo. Sylvie seguirá viviendo con Damian en la casa de Hamburgo, mientras que Rafael a su regreso de Abu Dabi, buscará una nueva casa en la ciudad.

La vida puso a prueba a los Van der Vaart en 2009, cuando a Sylvie le fue diagnosticado un cáncer de mama en fase inicial y sin metástasis. Su oncólogo aseguró que se curaría totalmente. Y así fue, con la ayuda de Rafael quien declaró: «Haré por ella todo lo humanamente posible. Es mi vida». Para la modelo, aquella fue la peor etapa de su vida, sobre todo porque su propia madre enfermó de cáncer cuando tenía 39 años. Tras ser intervenida en una clínica madrileña, se recuperó completamente.

Finalmente, el jugador le ha pedido perdón a su esposa y ella ha afirmado públicamente que no le guarda rencor por lo ocurrido, pero la situación no tiene remedio: «Nosotros, lamentablemente, nos hemos ido distanciando en el tiempo», ha dicho Sylvie. «Y aunque suene extraño, todavía nos amamos y nos respetamos mutuamente».