Robert Redford: «Si entrara en política, me volvería loco»
El septuagenario icono del cine americano promociona su canal de cine independiente en España
rocío ponce
Todo el mundo se imagina a Robert Redford como alguno de los personajes a los que ha interpretado a lo largo su extensa carrera cinematográfica. Permítanme que, en mi caso, me encontrase con Hubbell Gardiner de «Tal como éramos».
El actor, director, productor ... y empresario presentó ayer en Madrid la nueva temporada del Sundance Channel (canal disponible en Movistar Imagenio y Euskaltel) y su ambiciosa expansión internacional. En el Hotel Ritz, tras los rigurosos minutos de flashes, Redford se sentó a la mesa con los periodistas. Lo primero que hace es dar los buenos días y pedir café. Ya no es Hubbell, tiene cuarenta años más, arrugas y canas que esconde bajo su pelo revuelto. La camisa que lleva es del mismo color que sus ojos (también el corporativo de su canal). Esos sí que son los mismos que los del que rompió el corazón a Katie, el personaje de Barbra Streisand en el filme de Sydney Pollack en 1973.
El cine como arma
Teniendo en cuenta el activismo político, social y ecológico de Redford era impensable no hablar con él sobre la crisis. «Sé que España está pasando por un momento complicado, pero también América. Hay que romper con algo nuevo y eso es el cine independiente». Por eso, su última iniciativa ha sido protagonizar a los 76 años una arriesgada película sin diálogos y con un solo actor que presentará en el próximo Festival de Cannes. «All is lost» cuenta la historia de un hombre que navega solo por el mundo y se enfrenta a una tormenta en el Océano Índico. «Es muy radical y difícil, pero excitante por ser diferente».
Tras crear el Sundance Institute (1980) y el Festival de Sundance (1983) –para fomentar y apoyar el cine independiente– se lanzó con el canal de televisión (1996) para poder emitir a una mayor audiencia todas esas películas y documentales que difícilmente se encuentran en salas y canales convencionales. Sundance Channel cumple un año de emisión en España y traerlo ha sido el «regalo» de Redford al país que le ha servido de refugio en varios momentos trascendentales de su vida.
«Viví en Mallorca cuando tenía 19 años y quería ser pintor . En los sesenta volví a Puerto Alcudia con mi familia y más tarde, cuando no estaba seguro de si quería seguir haciendo películas, hice un parón de un año. Volví a España y estuve en Málaga, Fuengirola y Mijas, donde viví siete meses y me encantó. Tengo un sentimiento muy especial por España », recordó el actor.
«El cine independiente puede ejercer como potente lobby»
Redford ha apoyado a Obama sin tapujos, como muchos otros compañeros de profesión, pero ¿por qué no se mete en política? «Sería un gran error», contesta. Apenas ha necesitado un segundo para pensar. «Si entrara en política me volvería loco. En mi país todo se ha vuelto un carnaval de lo absurdo y no es lo suficientemente independiente y libre para mí. Está demasiado lleno de ideología y con una mentalidad poco abierta, no quiero ser parte de eso», dijo Redford. Él cuenta con otro tipo de arma, opina que el cine independiente puede ejercer como un potente «lobby» si tiene la audiencia adecuada. Aunque pone los pies sobre la tierra: «Las administraciones tienen ahora problemas más importantes que preocuparse por apoyar el cine independiente» .
Parece que finalmente Hubbell (o más bien Robert Redford) ha entendido las sabias palabras de Katie Moroski en «Tal como éramos»: «Las personas son sus principios».
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