China le hinca el diente a España

Desde que en 1997 abriera Ashanti, el primer restaurante español de Pekín , este empresario ha puesto en marcha otros establecimientos, como Tapas, Bocata y Carmen, y ya figura como el patriarca de los restauradores hispanos. De los 70 locales con que cuenta Nali Patio, 55 están ya ocupados por un microcosmos latino donde destacan cuatro restaurantes españoles, la joyería de la gemóloga madrileña Paloma Sánchez, la boutique de moda europea Palma, las telas de diseño valenciano Gironés, la fusión iberoamericana de Mosto y la tienda Taste Spain, donde Chordi vende queso manchego y vino de Denominaciones de Origen.

«La cocina española está de moda en Pekín y ya ha superado a la italiana en calidad e innovación» , explica este pionero de las tapas, que cada noche atraen a una legión de comensales chinos al restaurante Carmen mientras el guitarrista uigur Mohamed ameniza la velada con un folclore de la región musulmana de Xinjiang misteriosamente cercano al flamenco.

En Nali Patio se dan cita desde las sabrosas paellas valencianas de Alejandro Sánchez en Niajo, cuyo nombre juega con el saludo en mandarín «Ni hao» («Hola»), hasta los platos de alta gama de Jordi Vallés en Agua , el único de Pekín que ha sido elegido dos veces mejor chef del año por la revista «City Weekend».

« Los chinos son cada vez más exigentes y, de los cincuenta platos de nuestra carta, los más solicitados son los embutidos elaborados en casa y especialidades como el arroz con bogavante, las gambas al ajillo, el cochinillo y la ventresca de atún del Mediterráneo», resume Vallés.

También de diseño es la oferta del restaurante Migas, cuyo cocinero, Aitor Olabegoya, ganó en 1999 el premio al mejor chef joven de España y se ha formado con «estrellas Michelin» como Sergi Arola. Su terraza vanguardista se ha erigido en una de las más frecuentadas por la «gente guapa» de Pekín gracias a sus fiestas de música electrónica.

Fuera del Nali Patio destacan otros locales emblemáticos como el clásico Mare, regentado desde 2003 por Wang Lei, la esposa del exmiembro de Avidor Dro y Esplendor Geométrico, Arturo Lanz. Y, en uno de los callejones más animados de Sanlitun, el bar-restaurante Olé ofrece como reclamo el flamenco de La Perlita de Hunan, una «bailaora» china, y las camisetas autografiadas de deportistas españoles.

«Lo que más le gusta a los chinos es el jamón 5 Jotas» , se enorgullece uno de sus responsables, Víctor García de Blas, quien ha puesto en marcha el primer servicio de reparto a domicilio de comida española, sirve caterings como el de la visita de Zapatero a Pekín y gestionará la cafetería del Instituto Cervantes. Con la oferta añadida de El Willy, Mistral y Lola en Shanghái, China le hinca el diente a lo español.