Cócteles
Los licores que popularizaron nuestros padres y que pasaron de moda
El coñac o el anís han caído en el olvido para los más jóvenes mientras que las ginebras o el pacharán han reconquistado al público
Los licores que popularizaron nuestros padres y que pasaron de moda
« Veterano es cosa de hombres » era el lema del brandy más famoso en España. Hoy esta bebida –un aguardiente de vino patentado por Jerez– es casi desconocida entre los más jóvenes. Pero no es la única. El anís, el coñaco el orujo viven ... su momento más bajo de popularidad, aunque esperan recuperarse.
Las botellas de estos productos languidecen en el fondo de la estantería de los bares, donde solo algunos nostálgicos –o clásicos– las siguen pidiendo. En las tabernas más antiguas –o «vintages»–del centro de Madrid, las que ahora han ocupado los « hipster », el anís o el coñac esperan a que alguien los vuelva a recuperar de un ostracismo del que ya lograron salir la ginebra y el pacharán.
Los aficionados a los gin-tonic viven su época dorada con la popularización de productos «premium»Y es que el mundo de las bebidas espirituosas es cambiante. Hace apenas cinco años casi nadie pedía ginebra, algo que sonaba a viejo en aquel momento. Sin embargo unos pocos « early adopters », acompañados de los cazatendencias, pusieron de moda eso de pedir un gin-tonic. De pronto las marcas «premium» comenzaron a emerger y en apenas unos años todo el mundo sabía cuántas bayas de enebro y cuántos granos de cardamomo había que poner para cada tipo de ginebra.
En el mundo de la coctelería es diferente. Ahí el brandy siempre fue un fijo, aunque jamás fuera tan popular como la ginebra. «Cada uno tiene su público, su mercado. Además, el brandy español es tremendamente popular en el extranjero», explica Juan Carlos Muñoz, presidente de la Asociación de Barmans de Madrid.
Las marcas de las bebidas con más solera quieren ampliar su público y tender puentes entre la coctelería y el consumidor habitual. «Se pretende rejuvenecer las marcas haciendo que interese a los jóvenes», cuenta Juan Carlos Muñoz. Para ello los expertos cocteleros siguen exprimiendo su imaginación con cócteles como el Stinger, Sidecar, Inglés, el ABC Shot... «Se trata de hacer tragos más sofisticados», declara el maestro coctelero.
Cambios para llegar al gran público
El brandy que utilizan hoy estos cócteles no es el mismo que hace unos años. El motivo es que en 2009 algunas de las principales marcas redujeron su graduación de los 38 a los 36 grados, por debajo de lo que exigía la denominación de Origen de Brandy de Jerez.
«El consumidor cada vez pide un producto con menos graduación, menos carga alcohólica», esgrimieron desde Osborne cuando anunciaron que reducirían la graduación alcohólica de su brandy para adaptarlo a las necesidades del mercado. Un mercado en el que poco a poco el consumo de coñac aumenta. Otra de las causas que argumentaron fue la reducción de costes: por cada grado que reducen, las compañías se ahorran en torno a veinte céntimos en concepto de impuestos.
Más allá de bebidas espirituosas como el coñac y de licores como el anís, hay otros tragos que han dejado de consumirse tanto como antaño. Hoy la limonada , bebida que fue sumamente popular en Madrid, ha quedado eclipsada en los bares por el tinto de verano y la sangría. A cambio otros licores tradicionales están viviendo un nuevo auge, como el pacharán , que es casi un ritual de masas entre las tribus de modernos de Madrid.
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