Halloween: cinco propuestas para decorar la casa

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Calabazas, el imprescindible de Halloween

La decoración de calabazas es un 'must' en cualquier decoración en esta época del año, y una buena oportunidad para llenar la casa de personalidad. Los posibilidades son incontables en cualquiera de los aspectos: diseño, color y tamaño. En función del espacio en el que se vayan a colocar, unas son más adecuadas que otras. Un ejemplo de esto es el caso de la chimenea, donde quedará mejor una calabaza de un tamaño mayor que en zonas como el recibidor, una estantería o la misma mesa de comer, donde un tamaño menor es más adecuado. En cuanto a los colores: naranjas, azules, verdes o grises, cualquier opción es válida para dar un toque diferente a la casa.

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Flores de todos los tipos y tonos

Las flores siempre son una buena opción para llenar una estancia de vida, o, en este caso, para introducir colores que resalten y reafirmen la atmósfera que se intenta buscar. Son muchas las opciones disponibles, pero si lo que se quiere es adornar el espacio de forma sencilla y que las flores no requieran demasiado mantenimiento, un ramo de flores secas es la opción ideal. Si la idea es introducirlas en adornos y optar por algo distinto al clásico jarrón, unas flores naturales o artificiales incluidas en adornos como puedan ser las calabazas son una elegante opción para mesas y estantes.

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Velas: un toque de misterio

Además de las calabas, las velas son el otro imprescindible de la decoración en Halloween, aunque no exclusivamente, ya que en otoño e invierno también pueden ser un gran aliado en la búsqueda de calidez. Además de dar un toque íntimo, la luz tintineante de las velas contribuye a crear un ambiente misterioso. Sus usos son múltiples. Uno de los más clásicos es introducirlas en las calabazas ya decoradas y personalizadas. Además de esto, los candelabros, candeles o portavelas altos dan otro estilo completamente distinto. Al ser altos, no es aconsejable colocarlos en estanterías para evitar el riesgo de sobrecargar el espacio, sino en recibidores o pequeñas mesas.

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Tonos cálidos

Lejos de lo que se pueda pensar, para decorar el hogar con esta temática no es necesario que cada espacio sea oscuro y esté repleto de accesorios negros y tonos apagados. Los tonos naranja y mostaza pueden ser el mejor de los aliados, así como el marrón o el verde, y en una estancia llena de luz marcaran la diferencia, y dan una sensación de amplitud vital para las estancias más pequeñas. Los cojines, las flores y los accesorios son los lugares perfectos para utilizarlos, evitando los grandes elementos con más protagonismo como sofás y ropa de cama, ya que son demasiado agresivos y sobrecargan los espacios.

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En los detalles está la clave

Pequeños letreros cortados a mano, murciélagos de cartulina o algunas telarañas pueden ser el toque final de estanterías y paredes. Para ello, es posible comprar los accesorios o hacerlos en familia, y convertir la decoración en toda una experiencia. En función de la estética que se busque, una opción más 'childish' ideal para los más pequeños es hacer una guirnalda y colgarla en una pared. Su estética puede ir de la más desenfadada a algo más sobrio: con dibujos, luces, o algo más discreto con tonos neutros.