Trucos y accesorios que hacen crecer los metros de un dormitorio pequeño

A la hora de decorar una habitación mini, la primera regla es dejar que entre la luz natural, vistiendo las ventanas con cortinas ligeras y poco tupidas. La segunda es pintar las paredes en tonos claros, que no necesariamente tiene que ser el blanco. El beis o el gris en sus tonalidades menos intensas son dos buenas opciones. La máxima del ‘menos es más’ es también clave en su decoración. Por eso, es mejor no abarrotarlo con una gran cantidad de muebles ni siquiera XS y optar por soluciones a medida que proporcionan centímetros extra para guardar: nunca hay suficientes armarios. Y finalmente nada de esto surte el efecto deseado si no se mantiene en orden, sin cosas ni zapatos por medio.

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Un cabecero-mueble

Son una de las maneras de ganar espacio para guardar sin restar metros a la habitación ni perder estilo, ya que solo se necesitan unos 20 cm y resultan tan decorativos como prácticos. Este a medida de Schmidt tiene mesita de noche, estantería y superficie de apoyo superior para adornos o para el móvil. Además, hace de tabique separador entre la zona de descanso y la de trabajo.

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Una cama con truco

Si solo hay sitio para la cama, nada mejor que un modelo lleno de posibilidades, como este de Vox (en Cuckooland.com, 1.110 €). Con dosel y tamaño King, cuenta con espacio de almacenamiento cerrado detrás del cabecero, una estantería que aprovecha la altura y espacio inferior para libros y objetos. ¡Adiós a las mesitas de noche!

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Un tabique móvil

El almacenamiento vertical siempre es una buena opción en casas de pocos metros, ya que permite aprovechar la altura con estanterías o baldas. Esta solución de Protek va un paso más allá y, aunque requiere algo de obra, merece la pena. Bigfoot es un mueble retráctil que oculta en su interior desde un práctico contenedor para zapatos y accesorios hasta una mesa o un gimnasio casero.

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Una mesita de noche con capacidad

Las mesitas de noche pueden dar mucho juego a la hora de decorar un dormitorio mini. Para no empequeñecer el espacio se puede optar por un diseño sencillo adosado a la pared, tipo balda, donde dejar el móvil o las gafas, o por otro poco ancho y alto, como este de Ikea, que brinde capacidad extra para libros, las cartas para revisar, contenedores para joyas y accesorios…

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Un espejo o dos

Los espejos tienen el poder de agrandar la habitación y llevar la luz natural a todos los rincones. Aunque todos cumplen bien su cometido, los altos con forma rectangular, como este tríptico de Maisons du Monde (199,99 €/), son la mejor opción, ya que además de proporcionar sensación de amplitud, son muy prácticos para darse el último vistazo antes de salir de casa. Si se colocan varios, formando una pared de espejos, se potenciará sus efectos.