Leonor, tan protagonista como su padre y su abuelo

No se trata esta de una cuestión baladí pues es bien sabido que uno de los principales desvelos de la Princesa de Asturias (41) es que sus hijas disfruten de una vida lo más normal posible, dentro de sus posibilidades y considerando el lugar que ocupan en la línea de sucesión al Trono, segunda y tercera respectivamente.

Una infancia que tratan de preservar a salvo de cualquier polémica y cuya privacidad solo quiebra en pocas ocasiones, casualmente en momentos puntuales como son Navidad, domingo de Resurrección, en Semana Santa o durante las vacaciones estivales en Palma de Mallorca. Normalmente, los fotógrafos las sorprenden en la calle —generalmente en compañía de su madre yendo al colegio— pero se trata de ocasiones excepcionales aunque cada vez más habituales.

Poco a poco, a medida que se va forjando su carácter , las Infantas Leonor y Sofía van ganando protagonismo en los medios. Precisamente, esta semana «¡Hola!» dedicaba a la primogénita un extenso perfil en sus páginas en el que destacaba que la niña hace tiempo que ya intuye su destino como futura Reina de España. Una semana antes, la revista había sorprendido a Doña Letizia y sus hijas disfrutando de «tiempo humano» en un cine de la capital.

Su primera instantánea oficial fue hace poco más de un año, cuando le tomaron la fotografía que los lectores pueden ver a la derecha de estas líneas: la Infanta Leonor posaba junto a su padre y su abuelo, unas imágenes con las que Casa Real pretendía resaltar la continuidad dinástica de la Corona.

Pero es mejor fijarse en las otras fotografías, las menos institucionales, en las que vemos a las Infantitas en actividades más cotidianas, si así puede llamarse a esos instántes que a veces les roban las cámaras de los fotógrafos que normalmente cubren Zarzuela.

Es el caso, del primer día de colegio , una imagen que se ha repetido en las tres generaciones de la familia. Aunque las circunstancias son muy diferentes pues Don Juan Carlos, antes de mudarse a Estoril, comenzó estudiando en dos duros centros en Suiza hasta que en 1948 se pisó por primeravez España para estudiar en Las Jarillas, un colegio situado en una finca en colmenar Viejo. Nada que ver con los debuts escolares de Don Felipe y Doña Leonor en el Colegio Santa María de los Rosales.

Por lo demás, el resto de la vida pública de las Infantitas, pese a lo que digan, se parece mucho a la de su padre y su abuelo, tal y como los lectores podrán atisbar en la serie de fotografías que ilustran este reportaje.