Nieves Álvarez: «No tengo ningún secreto de belleza, la clave es la constancia y el día a día»

«El mundo de la cosmética y de la piel siempre me ha interesado mucho. A lo largo de mi carrera como modelo he tenido contacto con grandes dermatólogos, las mejores marcas de belleza, he hecho campañas con muchas firmas… Durante la pandemia empecé a investigar con la ayuda de profesionales, como mi dermatólogo, el doctor José Luis Ramírez Bellver, y fruto de este trabajo, en el que me he involucrado al 100% (desde la elección de ingredientes a las texturas, los perfumes, el packaging…) aquí está Nieves», nos cuenta la modelo.

Nieves Álvarez no quería lanzar solo una crema, sino una rutina completa. «Siempre tuve claro que quería una rutina básica para cuidar la piel a diario». Por eso su firma nace con cuatro productos esenciales: un gel limpiador, un sérum que aporta hidratación, firmeza y luminosidad, una crema hidratante que fortalece la barrera cutánea, unifica el tono y minimiza las líneas de expresión, y un contorno de ojos que reduce las arrugas, así como las bolsas y las ojeras.

Según la modelo sus cremas las pueden usar «mujeres y hombres de 35 en adelante. He querido hacer una línea cosmética accesible y fácil, que se pueda usar por la mañana y por la noche». Haciendo un guiño tanto a París, la ciudad de la moda y para ella «su casa», y a nuestro país, la modelo ha trabajado con dos laboratorios en sendos países. Además, también ha querido que la línea cuente con algo muy personal: la flor de las nieves.

«Mi dermatólogo me hizo un listado con los ingredientes básicos que debían incluir las cremas y además de péptidos, ácido hialurónico, niacinamida, resveratrol, bakuchiol o manteca de karité, entre otros, todos los productos cuentan con el extracto de la flor de las nieves, una planta que vive en condiciones extremas y que tiene beneficios extraordinarios para la piel: es rica en antioxidantes, aumenta la luminosidad, reduce las arrugas, es antiinflamatoria y antibacteriana».

Por supuesto su nueva línea ha pasado a formar parte de su rutina, pero Nieves Álvarez insiste «no hay ninguna crema milagrosa, sabemos que es un producto bueno porque lo hemos trabajado con expertos, pero nada funciona si no le dedicas tiempo a tu piel, a cuidarte tanto por fuera como por dentro. Yo no tengo ningún secreto de belleza, es la constancia y el día a día. Para mí cuidar la piel es algo esencial, cuando llego de grabar en televisión, necesito retirar el maquillaje y por eso la limpieza y después el cuidado con un buen sérum es fundamental. También me pongo en manos de profesionales, voy de vez en cuando acudo al centro Felicidad Carrera. Hace años iba solo antes de algún evento importante, pero Leticia Carrera fue de las primeras personas que me aconsejó ir de forma habitual a un centro de belleza. Ella también me ha enseñado mucho, y ha sido consejera a la hora de crear mis cremas».

Además, Nieves Álvarez también acude de forma regular al dermatólogo. «El doctor José Luis Ramírez Bellver, de Clínica Dermatológica Internacional, me quita las manchas de la piel. Las sufro desde hace muchos años, sobre todo, después de la maternidad. Es uno de los problemas más graves que he tenido en la piel. Gracias a ellos también he aprendido a usar mejor el protector solar».

A sus 49 años Nieves Álvarez sigue desfilando en París y lo seguirá haciendo. «No me gusta que me marquen lo que puedo y lo que no puedo hacer por mi edad». En julio volverá a subirse a la pasarela y nos confiesa que piensa celebrar los 50 haciendo lo que más le gusta. La española es la musa del diseñador francés Stéphane Rolland. «Nos conocimos en 1993 cuando era el diseñador de Balenciaga. Estuve muchos años con él, nos perdimos la pista, y tras un encuentro casual en París cuando yo tenía 39 años, me volvió a llamar. Desde entonces no me pierdo ninguno de sus desfiles. Me ha ayudado mucho a nivel personal y profesional, él también me ha animado mucho con mi marca de belleza». Una forma de devolverle ese cariño es eligiendo sus diseños, siempre que acude a una alfombra roja importante, como los premios Goya o el Festival de Cannes.

Cuando le preguntamos si tiene miedo a envejecer, la modelo es tajante. «El tiempo es nuestro amigo, no el enemigo. Tenemos que caminar con él de la mejor forma posible. Hay que aprender a mirarse al espejo y verse bien, y aprovechar lo que tenemos para vernos mejor, por supuesto, hay días mejores y otros peores. Lo que tengo claro es que no quiero ser una cara sin expresión, quiero tener arrugas, tener mis gestos… Me trabajo mucho por fuera, pero donde más me trabajo es por dentro. Lo que eres dentro se refleja».