Por qué lavarse poco el pelo podría ser malo

Helena Rodero asegura que «hay que lavar el cabello siempre que se necesite, porque evitar el lavado puede provocar un problema. Si necesitas lavarlo todos los días, porque se ensucia, se lava todos los días. Se ha demostrado científicamente que si mantienes el cabello sin lavar, porque quieres alargar la frecuencia de lavado, perjudicas negativamente a la cutícula del cabello. Si evitas lavar tu pelo cuando está sucio, el cabello nacerá menos brillante y menos fuerte, y esto está demostrado científicamente, por la oxidación que se produce por la suciedad, que influye directamente en cómo te salga el cabello».

A la pregunta de si hay un mínimo de veces a la semana, la experta se muestra tajante: «para mí sí, mínimo el pelo se debería lavar dos veces a la semana. Aunque lo ideal es entre tres veces y días alternos. Y no hay problema en hacerlo todos los días, e incluso dos veces al día».

La farmacéutica también hace hincapié en que «el lavado no influye en la caída capilar. Si el pelo se iba a caer, se cae igual. Actualmente, si tienes caída se recomienda limpiarlo lo más frecuentemente posible, porque tendrás un cuero cabelludo limpio, con menos oxidación y esto beneficiará tanto en el tratamiento que tengas de caída, como en el aspecto y la salud del cuero cabelludo».

Una de las dudas habituales entre muchas personas es qué pasa si te has lavado el pelo por la mañana y durante el día vas al gimnasio o practicas algún deporte. Helena Rodero asegura que «hay que lavar el pelo siempre que hayas sudado. Yo siempre lavo el pelo tras estar en el gimnasio, aunque no sude. Y desde luego hay que lavar el cabello siempre después de practicar natación o algún deporte acuático, porque el cabello y el cuero cabelludo se ensucian más y esa suciedad, al tratarse de metales, como el cobre o el magnesio, se elimina más difícilmente». La recomendación de la experta, si lavas el pelo dos veces al día o a diario, incluso, es usar dos tipos de champús. «Si por la mañana has usado un champú muy limpiador, después puedes usar un producto más suave, porque la suciedad no es la misma».

Por otra parte, la frecuencia de lavado también varía según la estación del año. En verano, al sudar más, el cabello se ensucia más, por lo que hay que lavarlo más a menudo. Además, siempre es necesario lavarlo después de un día de playa o piscina, para eliminar los restos del cloro, la sal del mar o la arena, porque estos son dañinos para el cabello.

Aunque el lavado del pelo es un gesto cotidiano de la higiene personal, Helena Rodero nos cuenta que «muchas veces el problema es cómo nos lavamos el pelo, porque lo que hay que frotar es el cuero cabelludo, y no el cabello en sí». Respecto al número de pasadas que hay que realizar con el champú, la experta explica que «una o dos, dependiendo de lo sucio que lo tengas. Si te has lavado el pelo por la mañana, y vuelves a lavarlo después porque sudas, con una pasada es suficiente. Si tienes el cabello muy graso, lo tendrás que lavar a diario, y probablemente necesitarás dos pasadas. El que necesita menos pasadas es un cuero cabelludo seco, que no un cuero cabelludo con descamación, porque ésta está más relacionada con lavar poco el cabello, que con cuero cabelludo seco. La descamación suele aparecer por el hongo malassezia globosa, que está relacionado con la caspa y la dermatitis seborreica, que suelen aparecer cuando lavamos el pelo poco. Pensamos que nos sale descamación por el lavado, lavamos menos y eso empeora el problema».

Ahora que ya sabes que el lavado frecuente del cabello es necesario y no está relacionado con la caída capilar, debes tener en cuenta que es importante elegir un buen champú. La experta recomienda alternar dos champús, cuando el lavado del pelo es frecuente, uno más potente y otro más suave. «Si tú utilizas un champú demasiado potente, y lavas a menudo el pelo, puede ser que el cuero cabelludo se seque en exceso o notes el cabello incluso más seco. Pero si alternas dos tipos de champú, uno más fuerte y otro más suave, puedes lavar a diario o incluso hasta dos veces al día, sin alterar ni el cabello ni el cuero cabelludo».

No hay un champú ideal, debes elegir uno que se adecúe a las necesidades de tu cuero cabelludo. Las recomendaciones de Helena Rodero son «mirar el INCI, para saber cómo está formulado. Si usas un champú con sulfatos, debes buscar que lleve agua en primer lugar, un sulfato en segunda posición, y otros 3-4 detergentes, esto va a garantizar que el champú limpie bien sin irritar o resecar en exceso. Esto es fundamental cuando buscamos un champú limpiador. En el caso de un champú de uso frecuente o para cueros cabelludos más secos, o con tendencia a la irritación, debe llevar después del agua, como detergente un isethionate».