Cinco errores que debes evitar para que tu piel no envejezca este invierno
Con la bajada de temperaturas, también hay que extremar los cuidados del órgano más grande del cuerpo
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Iniciar sesiónAunque en verano la piel sufre mucho por la exposición solar, en invierno, a pesar de que gran parte de ella permanece oculta por la ropa, tampoco se libra de pasarlo mal. Las bajas temperaturas en la calle, el viento, la calefacción ... de los interiores… son factores que contribuyen a su deshidratación. Además, en los meses de frío tampoco hay que descuidar la protección solar porque, aunque los rayos son más débiles, siguen siendo nocivos. Para evitar que este invierno tu piel sufra sequedad y deshidratación que se pueden traducir, a corto plazo, en molestias, como rojeces, tirantez o irritaciones, y, a largo plazo, en envejecimiento prematuro, evita cometer estos errores.
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Araceli Nicolás
Abusar de las duchas calientes
En invierno apetece más ducharse con el agua caliente, pero es uno de los grandes enemigos de la piel, porque destruye su barrera protectora, al eliminar sus aceites naturales, provocando sequedad. Lo mejor es que las duchas sean «cortas (entre 5 y 10 minutos) y con agua tibia (entre 30 y 35 grados centígrados)», según la unidad de dermatología de Clínica Diagonal de Barcelona. Además, a la hora de elegir el gel, es aconsejable elegir un producto suave, para no dañar el pH cutáneo, y evitar usar esponja.
Poner la calefacción muy alta
La calefacción provoca un ambiente reseco que tampoco es bueno para la piel, porque la reseca y la deshidrata. Los interiores muy cálidos, y sin humedad, se dejan sentir, particularmente en los ojos y en la piel más sensible, como la de los labios. Además de mantener una temperatura entre 20-22 ºC, es aconsejable usar humidificadores, para que la piel no sufra tanto.
Olvidarte de la protección solar
Aunque en invierno, en general, solo está expuesta la piel del rostro, también hay que usar protección solar. Es cierto que en verano el sol es más fuerte y nocivo, pero en invierno, los rayos UVA y UVB también son peligrosos y aceleran el envejecimiento cutáneo, al degradar el colágeno y la elastina, además de provocar manchas. Por eso hay que seguir usando protección solar en las zonas descubiertas, particularmente en el rostro, el cuello, o las manos, cuando se está en el exterior, por ejemplo, practicando deporte, ya sea esquiando, haciendo trekking o running, o simplemente paseando durante las horas centrales del día. En los días más fríos, los rayos de sol son muy preciados, pero pueden provocar daños irreversibles en la piel.
No hidratar la piel a diario
Aunque es más normal preocuparse de la piel en verano, durante el invierno su hidratación cobra mucha relevancia. Así lo explican desde la firma de nutricosmética Luxmetique, «con la bajada de temperaturas, los capilares sanguíneos se contraen haciendo que llegue menos oxígeno y nutrientes a las células de la piel. Además, las glándulas sebáceas también se ven afectadas por el frío, segregan menos grasa y la protección natural pierde eficacia. La evaporación es mayor ya que falta esta protección de la grasa y los signos de la deshidratación son más notables: tirantez, enrojecimiento e incluso picor. Otro efecto es la ralentización de la renovación celular que favorece la acumulación de células muertas y el engrosamiento de la epidermis lo que impide que la secreción sebácea llegue a la superficie». Por todo ello, en invierno, no se puede descuidar la hidratación, tanto de la piel del cuerpo, como de la del rostro. Además de usar una crema hidratante, adaptada a cada zona y tipo de piel, también hay que prestar atención a la alimentación y aquí entra la nutricosmética, que ayuda desde dentro a mantener la hidratación cutánea.
Olvidarte de las zonas más sensibles
En invierno hay algunas partes del cuerpo que sufren de forma más especial la deshidratación. Y por eso, necesitan cuidados específicos. Una de ellas son los labios, que hay que hidratar con un bálsamo labial que se puede reaplicar las veces que sean necesarias. Otra son las manos, que conviene proteger con guantes cuando la temperatura exterior sea muy baja, e hidratar a diario con cremas específicas.
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SuscribetePeriodista con más de 20 experiencia en prensa y comunicación. Escribo de belleza y otros temas en Summum y en ABC Estilo.
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