Ácido tranexámico, exosomas, NAD+ y otras palabras para incorporar a tu diccionario de belleza este 2025

A la hora de cuidar la piel, hay que elegir activos con evidencia científica, que traten los problemas que nos preocupan. El retinol sigue siendo el ingrediente antiedad más eficaz y más buscado, pero si te preocupan las manchas hay un activo que debes incorporar: el ácido tranexámico. El farmacéutico Eduardo Senante de farmaciasenante.com asegura que será uno de los ingredientes más buscados en 2025. Es un activo que ha demostrado eficacia para tratar las manchas de la piel, una de las preocupaciones estéticas que afecta a más personas. Además de reducir la hiperpigmentación, ayuda a mejorar la luminosidad de la tez, y aunque es un ácido, suele ser bien tolerado por todo tipo de pieles, hasta las más sensibles.

Según Topdoctors.es, el cortisol «es una hormona esteroide producida por las glándulas suprarrenales, esencial para numerosas funciones corporales, incluyendo la regulación del metabolismo y la respuesta al estrés». El cortisol es conocida como la hormona del estrés. Un aumento importante de sus niveles puede desencadenar una alteración del sistema inmunitario, un desequilibrio del sueño y la inflamación del sistema intestinal. Además, cada vez se habla más, principalmente en Tiktok, de la 'cara de cortisol', haciendo referencia a la hinchazón del rostro, provocado por la falta de sueño, la ansiedad y el estrés. El cortisol es necesario, pero unos niveles demasiado altos pueden tener consecuencias negativas para la salud y reflejarse en la piel en forma de acné, rojeces e incluso arrugas prematuras. ¿Qué podemos hacer para combatir el exceso de cortisol y sus consecuencias en el rostro? Además de adecuar tus rutinas de belleza al estado de tu piel (diferente al tipo de piel y que puede cambiar por circunstancias externas), tienes que limitar el estrés y la ansiedad, practicando ejercicio, durmiendo las horas suficientes y llevando una alimentación equilibrada.

Ya hace un par de años que se empezó a hablar de la huella estética para hacer referencia al impacto de ciertos tratamientos estéticos en el rostro a lo largo de los años. Lo explica el doctor Miguel Sánchez Viera, coordinador del GEDET (Grupo Español Dermatología Estética y Terapéutica de la Academia Española de Dermatología y Venereología). «La huella estética puede ser positiva, cuando el tratamiento y el producto empleado se adapta a las necesidades y características del paciente y el resultado es natural y sin problemas. O negativa, cuando el producto, la técnica o la falta de conocimiento de la realidad del paciente dejan residuos del producto, originan una reacción anómala en los tejidos o producen un resultado estético artificial». Para evitar que la huella estética sea negativa, el experto recomienda que «el producto que se emplea en estética no solo sea de calidad, sino que sea adecuado a las características del paciente. Lo que puede tener un impacto estético positivo en un paciente, puede no tenerlo igual en otro. Hay productos que persisten y producen un exceso de reacción en algunos pacientes, no todos reaccionan igual. En ellos deben evitarse productos persistentes como la hidroxiapatita cálcica, ácidos hialurónicos muy modificados en laboratorio, etc. Es necesario personalizar los tratamientos. Conocer las características del paciente, su piel, su genética, y también su estructura facial y en qué punto se encuentra en su proceso de envejecimiento. Los tratamientos de Dermatología Estética temporales y bien aplicados y en las manos correctas (las del dermatólogo) suelen tener efectos positivos a largo plazo».

Los exosomas, pequeñas vesículas extracelulares liberadas por las células, están transformando la medicina regenerativa y la estética avanzada. Pueden ser de origen vegetal o animal, y se encargan de transportar proteínas, lípidos y material genético entre las células, permitiendo la reparación de los tejidos y la modulación de la inflamación. Los exosomas han demostrado eficacia a la hora de mejorar la calidad de la piel, potenciando la reparación celular, y también revitalizando los folículos pilosos, fortaleciendo el cuero cabelludo, según la doctora Cristina Morante, de IML Clinic. De momento, los exosomas solo se pueden aplicar en nuestro país de forma tópica, sin agujas.

El NAD+ es una coenzima presente en el organismo y que tiene diversas funciones: como combatir el estrés oxidativo (responsable del envejecimiento prematuro) y aportar energía. El problema es que, como ocurre con otras proteínas (como el colágeno), se va agotando conforme pasan los años. La ciencia ha conseguido crear, por una parte, suplementos enriquecidos con NAD+. Pleniage, una de las marcas que comercializa estos complementos asegura que «existen estudios científicos que evidencian que este compuesto tiene efectos positivos en la salud para lograr el retraso en el envejecimiento celular y un envejecimiento más saludable». Por otra parte, ya hay marcas cosméticas que están incluyendo NAD+ en sus productos tópicos. Elisabeth Bouhadana, directora científica mundial de L'Oréal Paris, explica cómo han llegado a incluir este activo en su nuevo Age Perfect Renacimiento Celular Le Duo Serum. «Cuando los Laboratorios L'Oréal Paris recibieron la misión de replantearse el envejecimiento de la piel a nivel celular, exploramos los enfoques más innovadores. Inspirándonos en nuestra experiencia en el cultivo de células Episkin, nos centramos en una forma de potenciar la energía celular, realizando un seguimiento de los niveles de NAD+, un metabolito esencial que tiende a disminuir a medida que envejecemos. Nuestras fórmulas duales, enriquecidas con vitaminas y antioxidantes, han demostrado su capacidad para mejorar la resistencia de las células cutáneas y proteger la renovación celular«.

Otro activo que está revolucionando la medicina estética desde 2024 y que este año ganará protagonismo son los polinucleótidos, que se usan, como los exosomas y el ácido poliláctico, como bioestimuladores. En palabras de la doctora Elena Caride, especialista en medicina estética y formadora de Croma, «son componentes de ADN altamente purificados, extraídos de la trucha asalmonada, que estimulan la reparación celular, la regeneración de los tejidos y promueven la síntesis de colágeno y elastina. Son antiinflamatorios, antioxidantes, poseen efecto hidratante y restablecen el equilibrio de los melanocitos, por lo que unifican el tono».

Cuentan con respaldo científico, años de experiencia y poseen diferentes aplicaciones, desde el contorno ocular, al rostro, el cuello y escote, zonas corporales (como la cara interna de los brazos, manos, abdomen o rodillas) y el cabello (regeneración capilar). Los polinucleótidos se aplican con inyecciones intradérmicas en las zonas a tratar.