Josie: «Que la gente se fije menos en Maluma y vaya más al Museo del Prado»

«Llevo pulverizándome agua desde los 16 años. Mi dermatólogo de entonces me recomendó que me olvidara de ponerme en la cara agua del Canal de Isabel II, y le diera de beber solamente aguas infusionadas (de Angélica, manzanilla, rosas…) o termales. Y como en 'Masterchef' acabas con la piel frita con tanto foco y necesitaba calmar ese fuego con mis brumas. Era mi momento de aliento para seguir en esa vorágine... Ahora que he creado la mía propia he querido que sea una fórmula magistral que rezuma lo mejor de todos los principios activos que han llevado a mi rostro al éxito del índice de hidratación optimo y estará de venta en farmacias (donde siempre he comprado mis pulverizadores) a partir del 3 de diciembre».

«Es que así era, un horror. Además yo nunca me maquillo y eso que mis ojos funcionan muy bien con máscara porque si de algo estoy orgulloso es de mis pestañas, que no han perdido (toco madera) longitud desde mi niñez. Pero en las distancias cortas, el maquillaje masculino no funciona porque nuestra piel es más gruesa y el poro más ancho... Se atasca un poco a la mirada en distancias cortas».

«El impuesto revolucionario del levantamiento de cara es Ultherapy (terapia de ultasonidos). ¡No creo que haya un hombre en España que se haya hecho tantos como yo! Y desde 2013 lo pago cada año, así que multiplica... Sin embargo, nunca me he infiltrado ni me he puesto hilos porque no quiero tener la cara de tortugas Ninja que tienen muchas amigas mías que han acabado siendo todas iguales como si fueran familia o una raza más allá... Prefiero parecerme a un cuadro del Prado que a la portada de algunas revistas de moda en las que salen personajes muy recauchutados».

«De brasas solo me gustan las de la sauna seca. No sé si ganaré Mastechef, pero llévame a un concurso de aguantar en sauna seca y después meterme en una cuba de hielo helado, y lo gano... Lo hago todas las semanas, y mis top están en Sha Wellness Clinic y el Marbella Club porque la temperatura de sauna y cuba son óptimas. ¿Sabes por qué aguanto tan bien el calor? Cuando empecé a cocinar con Isabel Maestre y me quemé por primera vez los dedos, me dio un bol de metal que sacó del horno y me hizo cogerlo con las yemas de los dedos. Fue como si estuviera marcando a fuego una res. Pero mis dedos encallecieron y soy inmune a las quemaduras».

«El caracol no lo puedo ni ver, ni comer, ¡imagínate aplicarme sus babas directamente sobre el rostro! Sin embargo, creo en el poder regenerador de su valiosa baba y hay una cosmética alrededor que me ha ayudado a lo largo de mi vida, sobre todo después de pasar por un brote acneico tardío en mis años de facultad por el estrés (terminé haciendo dos carreras encadenadas) que me ocasionó presentarme a 16 asignaturas un septiembre y aprobarlas todas».

«Salí de allí con cara de muñeca pepona. Jerónimo Ors, director de la firma Cosméticos Ors, que es muy amigo y mi gurú de belleza; me dijo que hiciera mogollón de pis durante un mes. Me puso un tratamiento diurético trifásico de Herbolario navarro a base de rábano negro, hinojo y café verde que me fue fenomenal. Y también llamé a Paz Torralba, directora de The Beauty Concept, y me resucitó a base de presoterapia y mesoterapia a saco, porque no había manera de reconstruirme. ¡Y venga a levantarme la cara con Kobido cada semana! Cuantas bofetadas me ha costado devolverme a mi ser después de 'Masterchef'».

«No tengo tatuajes porque como decía Karl Lagerfield, 'es como llevar un vestido de Pucci todos los días de tu vida' y me niego a hacerme uno cuando el 90% de esta sociedad lo considera cool sin pararse a pensar que la mayoría de tatuajes que osa la gente a hacerse son de lo más cooltre. Prefiero los tatuajes textiles que Olza Madrid hace en prendas increíbles de mi armario que ya no me apetece ponerme y necesitan nueva vida... Mi Ignacio Urzaiz se apodera de ellas y las hace suyas pintando a mano ojos, arañas, dragones o serpientes. Me encanta este aristoskater lleno de talento que tiene una de las marcas más apetecibles del panorama...».

«Es uno de los cosméticos que he tenido siempre en mi casa para dar brillo al pelo, para perfumarlo e incluso para aromatizar el hogar. Cuando te vas de viaje pones en un cuenco agua del Canal (esta vez sí) y vinagre de toilette, y cuando vuelves, que se ha evaporado¡no sabes como te recibe tu casa! También me encanta el vinagre de cocina. En el Sha Wellness Clinic me dan siempre un chupito de vinagre de manzana con agua antes de las comida para «desgrasarme».

«Es lo peor. Solo se lo he perdonado a la gran Adela Penedo (Cofundadora de la marca de trajes de baño Adela&Vicky) que cuando se mudó a su súper ático toda la plaza de la Independencia olía a chorizo o a lo que a ella le diera la gana poner a la brasa para invitar al todo Madrid a su gigantesca terraza... Un amigo me llamo para que transmitiera su queja porque al salir de Saint Laurent le venía cierto olor a barbacoa por culpa de Adela... Inolvidable aquella llamada».

«No tengo nada en contra de la tenacilla bien hecha, pero al democratizarla con tanto tutorial han aflorado muchas 'Nellie Oleson' en La Casa de la Pradera y mucho pelo quemado por culpa del mal uso y abuso de estos aparatos».

«Mi dieta es pecar y arrepentirme. Ayer comí pasta y cené una infusión de Kukitcha. ¿Cómo te crees que he llegado a los 40 con la cintura de Elizabeth Taylor?».

«No pecaría con hamburguesa. Te la cambio o por un schnitzel' —escalope vienés—de Horcher o de Isabel Maestre, con la carne reséee raséee. El de Embassy también era una maravilla y lloro al recordar su cierre, para mí, uno de los días más tristes de mi vida fue el cierre del salón de Castellana con Ayala. Algo de mí se quedó allí... porque no hay otro sitio donde gente de 20 y de 80 se comuniquen. Es la filosofía Loewe: pasado, presente, futuro».

«Y un albornoz blanco es mi barbecho textil favorito. Es mi détox textil. Yo llevo estampados, serpientes, diamantes, y si no me despojo de todo eso de vez en cuando, me saturo. Por eso necesito ponerme un albornoz de rizo americano blanco durante 3 días. Luego tomo la ropa de otra manera. ¿El tafetán de la cosmética? La caléndula. Preferiría comer patatas cocidas toda mi vida pero tener caléndula en mi tocador al llegar la noche un día de verano después de estar a la intemperie, es increíble ponértela en el rostro y dormir con ella para levantarte al día siguiente con el cutis regenerado».

«Es uno de los grandes iconos de moda, nivel Cleopatra»

El tercer ojo lo he llevado siempre. Mis tías abuelas me prestaban sus joyas para 'disfrazarme' en fiestas de postín y empezaba usándolas en el cuello, pero al final de la noche, acababan en mi cabeza. Ahora llevo en el cuello una medalla de Alfonso XII que me encanta y me inspira tanto como la España de 1870 de la que se cumplen 150 en este 2020.

«Me parto cuando publicaron que tengo el mejor culo de España... Yo creo que tengo mejor pantalón que culo aunque genéticamente he salido favorecido con unas posaderas muy características Fernández-Pacheco. Pero hay que mantenerlas y nada mejor que llevar unos 'glidings' (discos deslizantes) siempre en mi maleta o aplicar por la noche cremas de cafeína con efecto tensor».

«Se liga mucho con todo lo que hemos puesto verde en esta entrevista: los tatuajes, la hipertrofia con anabolizantes, las colonias dulces tipo Invictus, la barba de tres días… En resumen siendo Maluma. ¿Mi consejo? Que la gente que se fije menos en Maluma y vaya más al Prado porque allí existen bellezas que tenemos que recuperar para nuestras calles... Prefiero a cualquier herrero de la fragua de Vulcano (con pieles turgentes libres de tatuajes) que a cualquier jugador de fútbol que hoy levanta pasiones...».