Una vuelta al mundo por Lavapiés
Este barrio de origen judío con más de 500 años de antigüedad presenta la mayor mezcla de razas de Madrid… y un montón de alternativas baratas para el día, la tarde y la noche
ISRAEL VIANA
Más de veinte nacionalidades diferentes, decenas de restaurantes con menús de todos los rincones del planeta, centros culturales con las ofertas más variopintas, bares de copas donde tomarse los mejores mojitos de Madrid o los zumos más exóticos, mercados tradicionales… El madrileño barrio de Lavapiés ... , uno de los más antiguos y castizos de la capital, se llena de gente cada fin de semana para disfrutar de los mejores planes a precios de crisis.
En Lavapiés puede comer menús indios, senegaleses, tailandeses, árabes o cubanos Una de las cosas que más llama la atención del barrio es su diversidad gastronómica. En la misma calle de Lavapiés, junto a la plaza que hace de centro neurálgico del barrio, se reúnen los restaurantes indios más típicos de Madrid –como el Shapla, el Baisakhi o el Taj Mahal–, habitualmente llenos de gente. Allí, por unos 10 euros, la gente comparte menús que incluyen platos tan sugerentes como «Aloor chop» (patatas con especias rebozadas en harina de garbanzo), «lamb masala» (cordero cocinado en salsa medio picante, con menta y especias), «Vinda aloo» (ternera en salsa de limón), «Dal makhni» (lentejas cocinadas en mantequilla, ajo, nata y salsa de tomate) o el mismo «Naan» (pan indio de tandoori).
Pero no te preocupes, porque en Lavapiés también puedes probar la cocina senegalesa de Baobab, en la plaza de Cabestreros, donde con un plato de siete euros comen dos personas. La comida árabe de los restaurantes Yaouhara o Alkhaima de la calle Mesón de Paredes, con sus energéticas hariras que los musulmanes consumen durante el mes de Ramadán (sopas tradicionales de Marruecos elaboradas a base de carne, tomates y legumbres), que cuestan 2,5 euros. Y también los menús tailandeses del Royal Thai, en la calle Ave María; los cubanos del discreto, barato y agradable restaurante Santa Ana (calle Ave María) o la cocina griega de El Rincón de Hércules (calle Miguel Servet), por nombrar sólo unos cuantos. Y entre todos ellos, uno del que nunca salgo defraudado, a pesar de ser yo un amante de la carne: El Granero de Lavapiés, restaurante vegetariano que sin duda te sorprenderá por la variedad de platos y sabores que ofrece, a un precio asequible.
Del Reina Sofia a la Tabacalera
No todo es comer en este popular barrio que albergó a la población judía hasta su expulsión de España en 1492, y que aún hoy es famoso por sus corralas. La oferta cultural es inabarcable. A escasos diez minutos andando de la plaza tiene usted el Museo Reina Sofía , del que pocas cosas se pueden decir a estas alturas, pero donde nunca sobra una nueva visita. En esta ocasión, por ejemplo, para ver las exposiciones del fotógrafo Robert Adams o del artista multidisciplinar Heimo Zobering .
En La Casa Encendida se ha llegado a ver a Patti Smith en concierto por 4 eurosPor menos dinero aún, en la antigua Tabacalera , reconvertida en un centro social autogestionado, puedes encontrar todo tipo de actividades y exposiciones gratuitas, como la que ofrece ahora el fotógrafo José Manuel Ballester («Bosques de luz»), perfectamente encajada en los rincones de esta antigua fábrica de tabacos que se ha convertido en todo un referente de la juventud madrileña. Un sitio que, sin duda, te sorprenderá
Y unos metros más allá, la siempre interesante La Casa Encendida, el centro cultural y social perteneciente a la obra social de Caja Madrid donde por cuatro euros se han podido ver conciertos de la talla de Patti Smith , Sonic Youth o Enrique Morente , por no hablar de las exposiciones de arte vanguardistas, obras de teatro, ciclos de cine u otras manifestaciones de la creación contemporánea que se presentan allí cada fin de semana a precios de risa. Un programa siempre interesante que puedes consultar aquí .
Cuando todo cierra, a El Candela
Por la noche, la oferta tampoco se queda corta. Puedes empezar la salida tomándote unos exquisitos mojitos en La Grándola (calle Sombrerete), uno de los sitios más discretos, íntimos y emblemáticos de Lavapiés, con buena música sonando de fondo. Si quieres algo más de ruido, en El Juglar , la sala de conciertos del barrio, podrás ver este viernes a las jóvenes promesas del rock y el pop de la capital, como La Bella A La Vista (viernes) o Septiembre (sábado).
Por El Candela han pasado Paco de Lucía, Enrique Morente o CamarónPero entre los garitos de Lavapiés hay uno que por su historia merece especial atención: El Candela (calle del Olmo). Cuando todo se cierra en el barrio, este bar siempre está abierto. En el ciclón de los años ochenta, El Candela se convirtió en el gran centro musical y cultural nocturno de la capital, y en todo un referente del flamenco en España. Allí Enrique Morente jugaba al ajedrez con Miguelito, Camarón daba sus fiestas privadas los días de concierto y en su sótano, «la cueva», se han parido discos legendarios y han nacido estrellas como Gerardo Núñez, Ketama y La Barbería del Sur. Por allí han desfilado artistas de la talla de Paco de Lucía , Pepe Habichuela , Ray Heredia, Antonio Canales , Javier Limón , Ketama , Sara Baras , Pedro Almodóvar o Miquel Barceló . Si sobrevives a El Candela no habrá nada que se te resista en la noche de Lavapiés.
Y si aún te quedan fuerzas, el domingo por la mañana puedes darte una vuelta por El Rastro . ¿No conoces aún El Rastro, el histórico y gigantesco mercado al aire libre, originalmente de objetos de segunda mano, que lleva activo desde 1740? Si no lo has visitado, no podrás decir que has estado en Madrid.
Lo dicho: Lavapiés, una vuelta al mundo en apenas un fin de semana por unos pocos euros.
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