El Musical que conmueve al mundo

En las entrañas del espectáculo

El Lyceum, uno de los más señoriales teatros del West End lon-dinense, es desde hace doce años el hogar de «El Rey León» en Londres. En su interior se han instalado también las oficinas de Disney Theatrical, responsable de la producción. El 19 de octubre de 1999, dos años después de su nacimiento en Nueva York, llegaba a la capital británica esta producción, que es lo más parecido a un transatlántico teatral que requiere, cada día, del esfuerzo de más de un centenar de personas para llevar a cabo la travesía de cada función. Rabah Alioune es el director residente del es-pectáculo; lo fue antes en París, y en un voluntarioso español explica a ABC algunas de las inte-rioridades de la función. «Es un musical que ofrece muchas oportunidades a los equipos de maquillaje, peluquería, vestuario. Se requiere un trabajo muy preciso que después tiene su reflejo en la escena. Todo está lleno de detalles que lo que buscan es envolver al espectador: hasta la ropa interior está diseñada», ríe.Las máscaras y los muñecos -creados por Julie Taymor- son parte fundamental de «El Rey León»; de hecho, son la prolongación de los personajes. «Si un espectador ve al actor y no ve la máscara, malo; si solo ve la máscara y no al actor, malo. Deben ver la fusión entre ambos ». Están hechas con grafito, un material muy ligero, y pintadas de modo que simulen madera. La que lleva Simba no presenta la cara completa, como símbolo de la juventud del personaje; sí lo hace la de Mufasa, que pesalgo más de trescientos gramos. Son un material muy delicado: la marioneta que lleva el personaje de Zazou, a la que hay que cambiar las plumas cada seis meses, cuesta más de 10.000 euros.El único personaje que no lleva incorporado una máscara o un muñeco es el de Rafiki; a cambio, lleva un elaborado maquillaje que precisa de entre 45 minutos y una hora para aplicarse. Seis personas trabajan en el departamento de peluquería y maquillaje; diez de los personajes usan pelucas, que están realizadas con pelo natural, de caballo y yak, a las que se añade acrílico para darles brillo.