La fábrica de estrellas
Algo se le deberá reconocer al trabajo en la sala de máquinas de la Federación Española, donde Ángel Palmi mueve la batuta y reparte las órdenes, pese a que sea él un fiel abanderado del trabajo en equipo. La modernización del baloncesto nacional converge en su ubicación en la élite mundial. La punta del iceberg la coronan Scariolo y sus hombres, la generación del 80, una pléyade de excelentes jugadores que han evolucionado, asimilado las experiencias previas, hasta ganarlo todo salvo unos Juegos Olímpicos. Pero en la fábrica de estrellas hay muchos más departamentos, otras muescas no menos doradas, metálicas siempre.
Asumamos la jerarquía. Hablemos de la selección masculina absoluta. ¿Saben cuál fue la última cita de prestigio que se perdió? Los Juegos de Atlanta'96. En un país en el que los deportes de equipo necesitaban épicas actuaciones para llegar a las fases finales en las que en muchas ocasiones les estaba reservado el papel de comparsas, 'La Roja' de la canasta ha logrado hacerse un hueco y sentir el máximo respeto internacional. Acumulará con la cita del próximo verano en Londres cuatro Juegos, ocho Europeos y cuatro Mundiales. Tiene asegurada, además, su participación en el Eurobasket de 2013 en Eslovenia, el Mundial de 2014, que organizará, y la siguiente cita continental de 2015, aún sin sede confirmada.
Su actual camada de jugadores se ha favorecido de ello y un trío asoma ya como el más laureado de la historia. Pau Gasol, Navarro y Reyes han superado en una presea (7) a Garbajosa y Jiménez y por detrás llegan Rudy Fernández y Marc Gasol, con cinco. El tridente llegaba a la cita lituana con los oros en el Mundial de Japón en Saitama y el Europeo de Polonia, las platas de los Juegos de Pekín y los Europeos de España y Suecia, y el inicio de la recolecta, el bronce continental de Turquía'2001.
Aunque ahora apenas se perciben otros apellidos que den rienda suelta al optimismo más allá de Mirotic, el caso es que la fábrica de estrellas está a pleno rendimiento, en su mayor cota de productividad. No están solos los 'golden boys' que asumieron tal acepción al ser los mejores júniors del mundo, aniquilando en Lisboa hace más de una década a los cachorros estadounidenses. El baño dorado le es afín a España. El verano de 2011 quedará enmarcado como insólito, excepcional, único hasta ahora en una historia reciente en la que se ha convertido en costumbre mejorar las plusmarcas. Llevaba el baloncesto español recaudadas ocho medallas más, de todos los valores y a todos los niveles. Campeones de Europa sub'20 (masculino y femenino, invictos ambos), sub'18 masculino, sub'16 femenino y campeonas del mundo en la nueva modalidad oficial de 3x3; subcampeonas del mundo sub'19; y bronce continental sub'18 femenino y sub'16 masculino. La suma global, desde 2004, asciende a las 34 medallas. Entrenadores como Orenga, Mondelo, Colinas, Guil, Méndez, Ocampo o Pérez; ración de MVP's como Nicola Mirotic, Queralt Casas y Álex Abrines.
Nada es fruto del azar. La campaña de captación que emprende cada año la FEB, "con el objetivo de crear profesionales y, si no llegan, forofos", como apunta Ángel Palmi, parte de la detección de talentos (para niños y niñas de 12 a 15 años) que pone en marcha el Consejo Superior de Deportes. Los números cantan. A día de hoy, 190 pequeños nutren el primer vagón, que se suman a los 140 comprendidos entre las edades sub'16 y sub'20, más los 40 jugadores senior que figuran en la libreta de los técnicos. 150 colaboradores, entre entrenadores e integrantes del área biomédica, están en contacto con los clubes de procedencia de cada chico y chica.
El resumen lo aporta el medallero de los dos últimos trienios: España, 33; Francia, 26; Serbia y Montenegro, 21; Rusia, 15; Lituania, 14. Algo ha cambiado, para bien, en el baloncesto español. Por eso Pau Gasol vivió este domingo su quinta final consecutiva. Su luz ilumina las canastas españolas. Como para no hacerlo. La última vez que 'La Roja' ganó algo sin él fue en 1999. El proyecto de 'ET' era llamado entonces, 'la pantera rosa'. Ojalá salgan muchos felinos como él de la troquelería de la FEB.
