Zapatero auxilia a Sánchez: «Estoy a favor de la amnistía, si hay que cambiar de opinión se cambia»
El expresidente culpa del procés a la sentencia del TC de 2010 que recortó el Estatuto de Cataluña, aunque la calificó de «muy positiva» en su momento
Asegura que se planteó amnistiar o indultar a Otegi durante el proceso de negociación de su Gobierno con ETA
Opinión | El hombre sin atributos, por John Müller
Madrid
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Iniciar sesiónEl expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha salido en auxilio de Pedro Sánchez y de la negociación con los independentistas catalanes para su investidura, aún sin fecha. En una entrevista en Onda Cero, la primera que concede en mucho tiempo, Zapatero ... ha dicho con claridad que «estoy a favor de la amnistía, cabe en un ordenamiento democrático como el nuestro». Y ha asegurado con claridad que «si hay que cambiar de opinión, se cambia de opinión».
El exlíder del PSOE ha negado incluso, contra toda evidencia, que Sánchez dijese antes de las elecciones generales del pasado 23 de julio que esa amnistía no cabía en la Carta Magna. Algo que ha explicado así: «Yo creo que el presidente se refería, y creo que este es un debate que tendremos, si la amnistía va adelante, pero yo creo que se refería más bien al tipo, al tipo de amnistía que habían presentado los independentistas».
Ha deslizado también que «me sorprenden algunos pronunciamientos», algo en lo que no ha profundizado, aunque pudiera referirse a Felipe González, que se ha manifestado tajantemente en contra de esa eventual medida. Y ha añadido que la posible ley para el olvido legal de los delitos relacionados con el 'procés' «debe estar motivada adecuadamente, justificada adecuadamente y amparada adecuadamente, y ese es el debate que debemos tener». Zapatero ha negado que el debate sobre la misma se deba a la necesidad de Sánchez de obtener el sí de los siete diputados de Junts per Catalunya, el partido de Carles Puigdemont, para su investidura, ya que a su juicio «se trata de algo más profundo».
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Para argumentar su posición, el que fuera jefe del Ejecutivo entre 2004 y 2011 ha dicho que la amnistía existe en «las democracias homologables a la nuestra» y que se han concedido «decenas de ellas desde la Segunda Guerra Mundial». Que ningún país occidental ha renunciado a ese instrumento -que ha definido como «institución»- aunque «unos lo reconocen en su constitución y otros no», lo que es el caso de la Carta Magna española, en la que no aparece. E incluso se ha remontado a la antigua Grecia. «La amnistía nace con la democracia. La primera amnistía se da en Grecia en el siglo IV a.C. por los demócratas atenienses, que habían sufrido un golpe de Estado de los treinta tiranos, y cuando recuperan el poder dan una amnistía para pacificar Atenas».
Amnistiar a Otegi
Pero además, ha llegado a decir que durante el proceso de negociación de su Gobierno con ETA en los años 2005 y 2006, que terminó con el atentado de la banda terrorista en la Termina 4 del aeropuerto internacional de Barajas en Madrid, y con la posterior detención del líder de Batasuna y hoy de Bildu, Arnaldo Otegi, llegó a plantearse indultar o amnistiar al histórico líder de la izquierda abertzale. «¿Cómo no? Si así es como había terminado el terrorismo del IRA, con amnistías a condenados por delitos de sangre, y con indultos de todo tipo. Claro que lo tuve que estudiar, lo tuve en la cabeza», ha señalado, refiriéndose al proceso de paz en Irlanda del Norte (los acuerdos de Viernes Santo se firmaron en 1998, seis años antes de que llegase al poder, y el ex primer ministro británico Tony Blair fue consuLtado en muchas ocasiones por Zapatero durante su negociación con los terroristas) como referencia de lo que hizo su Gobierno. Si bien ha dicho que «los casos no son comparables», porque en 2017 «no hubo delitos contra la seguridad de las personas» ni «que atentaran contra la vida», aunque ha admitido que se estuvo «al borde».
Todo ello, ha explicado, «en circunstancias excepcionales», como a su juicio concurrieron en el otoño de 2017 en Cataluña, unos hechos que el presidente ha definido como los más excepcionales desde el golpe de Estado del 23-F, en 1981.
En ese punto Zapatero ha puesto encima de la mesa como argumento (en una entrevista en la que ha dicho que ayudará en lo posible para conseguir la investidura de Sánchez, por considerar que España necesita un nuevo Gobierno de coalición del PSOE y Sumar) el apoyo popular a los independentistas, que en las elecciones del 23J quedaron en Cataluña en cuarto y quinto lugar, Junts y ERC, por detrás del PSC, Sumar y el Partido Popular de Cataluña (PPC). «No fue una situación que fuera fruto de un número reducido de personas, para bien o para mal, los independentistas tenían mayoría absoluta en el Parlamento. Es más, después del 155, que fue una respuesta del Estado para impedir lo que sucedía, cesando a un parlamento elegido democráticamente y cesando a un gobierno elegido democráticamente, pues aún en las siguientes elecciones los independentistas obtienen mayoría absoluta, lo que debo decir que a mí, al menos, me llamó la atención», ha argumentado.
Zapatero, igualmente, ha sostenido que el olvido legal de los delitos relacionados con el 'procés' servirá para «el reencuentro de Cataluña con el resto del Estado». En todo momento, Zapatero ha situado el origen de la «crisis de 2017» -como se ha referido a los hechos que merecieron una condena por sedición por parte del Tribunal Supremo (TS)- en la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) de 2010 que recortó severamente el Estatuto que él mismo impulsó desde La Moncloa. Algo que a su juicio es «inequívoco» y «se ha estudiado poco».
Aunque cuando el entrevistador, Carlos Alsina, le ha recordado que en su momento calificó de «muy positiva» esa sentencia ha intentado incluso negarlo. Finalmente ha explicado que «hice una declaración intentando la contención y la prudencia, porque sabía muy bien, o me la temía, cuál iba a ser la reacción, y fue inevitable», en referencia a las protestas en 2010 contra la sentencia del TC, en la que participó activamente el entonces presidente de la Generalitat, el socialista José Montilla. Unos hechos que a juicio de Zapatero son el origen del proceso independentista posterior, ya que en su opinión hubo un «choque de legitimidades», dado que el Estatuto recortado por el TC había sido ratificado en referéndum en Cataluña, como es preceptivo, cuatro años antes.
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