Yolanda Díaz se queda en tierra de nadie al mantenerse al margen en la guerra PSOE-Podemos sobre el 'sí es sí'

Yolanda Díaz mantiene un calculado perfil bajo desde que la tensión en la coalición por la ley de Igualdad se elevó al máximo hace dos fines de semana. Diferentes voces de Podemos apuntan a una falta clara de «liderazgo» por parte de Díaz, a la que acusan de evitar las polémicas y ponerse de perfil para que no le erosionen mientras gira con su 'proceso de escucha'. Sin embargo, en este asunto, Podemos intenta aprovechar el hueco que deja Díaz para potenciar el perfil político de Irene Montero.

Hay voces en el PSOE que coinciden en este análisis de que la «ausencia» de la vicepresidencia hace que Podemos «ocupe su espacio». Fuentes socialistas coinciden también con Podemos en que «no decir nunca nada de las cosas incómodas» la deja fuera de foco, a pesar de que reconocen que el conflicto en este caso es únicamente con Podemos y no con ella. Desde la dirección de Podemos subrayan que el peso de la negociación lo está llevando el equipo de Montero en Igualdad y en cierta parte Ione Belarra como ministra y secretaria general de Podemos.

El sábado que se elevó la tensión fue porque trascendió la información en diferentes medios de que Díaz y Montero estaban trabajando en una reforma de la norma que evitase el goteo de revisiones a la baja de las condenas a delincuentes sexuales. Fuentes de la Vicepresidencia Segunda negaron formar parte de esa negociación. Y son Igualdad y Podemos quienes asumen desde ese día el cuerpo a cuerpo contra el Ministerio de Justicia que encabeza Pilar Llop.

Montero va a entrevista por día y el fin de semana fue protagonista de dos actos. El pulso con Sánchez por reformar su ley impulsa a Podemos en un momento de debilidad previo a las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo y justo cuando el partido despliega una estrategia de repliegue ante el proceso de creación de Sumar. Los socialistas de hecho temen que la estrategia de Podemos de acusarles de «volver al Código Penal» de 'La Manada'» cale en el imaginario de la izquierda.

Estrategia política a un lado, Díaz sí está coordinada con Podemos en su crítica a que la propuesta del PSOE supone un retroceso al modelo anterior y quita el consentimiento como eje vertebrador del texto. Pero mientras crece la tensión entre Montero y Llop, el equipo de Díaz mantiene un tono conciliador que esquive la dureza del enfrentamiento. «Toca seguir intentándolo en el Congreso de los Diputados», explican desde su entorno, donde confían en un acuerdo «que respete el consentimiento y corrija los efectos indeseados» porque «es una ley muy importante» con «grandes avances». Insisten en que se debe «cuidar» la coalición.