El yihadista acusado de querer volar el Camp Nou acepta tres años de cárcel

El juicio estaba señalado a las diez de la mañana pero según informaron en fuentes jurídicas, hasta el último momento la defensa del acusado ha venido negociando una posible reducción de condena por reconocer los hechos. Finalmente, la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha modificado sus conclusiones, retirando la acusación por el delito de pertenencia a organización terrorista, que acarreaba nueve años de cárcel. El tribunal, sobre la marcha, le ha sentenciado a tres años por el otro ilícito, el auto adoctrinamiento. La sentencia es firme.

Amrani fue detenido en una operación de la Guardia Civil el 8 de mayo de 2020 y desde entonces está en prisión provisional, un periodo que habrá que descontar de los tres años de cárcel que ahora le ha impuesto la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Los agentes de información le estaban monitorizando desde el abril previo, cuando detectaron en redes sociales que estaba, como decía el escrito de acusación, «en pleno proceso de radicalización».

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De publicaciones de «odio y críticas a occidente» pasó a «manifestaciones de su adhesión ideológica al DAESH», después a «llamamientos a la yihad y el martirio, predicación con claves de la metodología salafista-yihadista y críticas a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad».

Ya en 2016 constaba que había intentado contraer matrimonio para trasladarse con la mujer a territorio del Estado Islámico, pero fue en el aislamiento de la pandemia cuando «se convirtió en un miembro» de la organización, jurando «lealtad y obediencia», concluía el fiscal, «a todo lo que le mande su líder». Se le intervinieron mensajes que expresaban el deseo de convertirse en una «picadora de seres humanos» o «ser un héroe al servicio» de su «religión».

Cuando fue detenido, fuentes de la investigación informaron de que entre sus objetivos estaba atacar en las inmediaciones del Camp Nou un día de partido entre el Fútbol Club Barcelona y el Real Madrid. El escrito de acusación de la Fiscalía facilitado a la prensa está 'censurado' en lo que al lugar se refiere, pero sí deja leer que «el proyecto criminal más probable», porque un tercero se lo decía con «insistencia», era que «saliera a la calle provisto de un arma blanca y acometiera a las personas con las que se cruzara».

En todo caso, se le intervinieron «multitud de vídeos, video-tutoriales o manuales para la elaboración de sustancias explosivas o confección de artefactos explosivos». Entre ellos, el escrito cita uno que contiene «la firma del DAESH».

Llama asimismo la atención que según concluyó en su momento la Fiscalía, entre «las instrucciones precisas» que estaba recibiendo de «diferentes personas vinculadas» a la organización terrorista, estaba «provocar un delito para ser condenado a una pena de prisión y así, desde dentro de la misma, establecer contacto con personas afines al DAESH y servir de vínculo entre los presos y una persona» que ya cumplió condena por terrorismo.