Vox presenta su programa económico: rebaja masiva de impuestos y reducción de la financiación a autonomías y municipios

En esta aspiración de marcar perfil propio, el partido ha presentado este domingo su programa económico y de vivienda. El objetivo es enviar el mensaje de que Vox tiene un ideario político firme y que se plasma en medidas concretas más allá del rifirrafe diario. Los de Santiago Abascal llegaron a su máxima cuota de poder en las comunidades autónomas en las que pactaron gobiernos de coalición con el Partido Popular.

Un proyecto que se frustró en verano del año pasado debido a su rechazo a la política de acogida de menores inmigrantes no acompañados, pero del que desde la sede nacional de la calle Bambú se saca pecho subrayando de los «pasos logrados» durante aquella etapa en la que contaron con responsabilidades de gobierno. También presumen de haber «obligado» a los populares a aceptar parte de sus postulados. Con el programa económico presentado este domingo, Vox aspira a demostrar que no se quedan ahí y cuentan con una sólida base a largo plazo desde la que armar su proyecto.

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El documento -titulado 'Por una España nueva y decente'-, incluye una crítica radiografía de la situación que atraviesa España y detalla sus propuestas bajo seis epígrafes compilados en «el hexágono de la prosperidad». En el plano económico, el programa plantea toda una revolución tributaria con una rebaja masiva de impuestos.

En concreto, quiere simplificar los tramos del IRPF para que estén exentos los sueldos hasta los 22.000 euros, un primer tramo del 15% desde esa cifra hasta los 70.000 euros anuales y un tercer tramo a partir de ese salario del 25%. Todo con una minoración de cuatro puntos por cada descendiente. También propone cambios en el IVA, el impuestos de sociedades y la cuota de autónomos.

La pérdida de ingresos que esto conllevaría -que calcula en más de 64.000 millones de euros- estaría compensada con un adelgazamiento de la administración, las duplicidades y las entregas a cuenta a comunidades y ayuntamientos. Su plan comienza con una drástica reducción normativa basada en una propuesta a trazo grueso: la derogación de tres normas por cada una que se apruebe.

Vox también quiere que los trabajadores sepan lo que las empresas pagan por ellos en cotizaciones a la Seguridad Social y que el dato quede reflejado en la nómina mensual. «Que conozcan cuál es el coste real del trabajo y, por tanto, la auténtica presión fiscal de España», reclama.

En el apartado de la vivienda, Vox quiere que España vuelva a ser un país «de propietarios», para lo que reclama que los ayuntamientos liberen suelo para la construcción y simplifiquen todos los trámites administrativos. Una de sus propuestas pasa por «inundar España de bloques de vivienda protegida para familias españolas» mediante fórmulas de colaboración público-privada.

En concreto, las políticas de vivienda de Vox tienen dos ejes fundamentales: la prioridad de los españoles frente a los ciudadanos procedentes de otros países y los beneficios en función del número de hijos. «Ante una vivienda, el español siempre primero», reivindican los de Santiago Abascal. Para hacerlo posible proponen que, en el acceso a vivienda social y protegida, el criterio principal de asignación tenga en cuenta «el arraigo y el acumulado histórico de años de la familia en España». Vox también reclama prohibir el alquiler a los inmigrantes ilegales, perseguir el empadronamiento «fraudulento» y atajar la adquisición masiva de vivienda por capital extranjero.

También reclama una modificación de la fiscalidad «para que los españoles vuelvan a ser propietarios» y líneas públicas de financiación para la compra de vivienda. En concreto, reclama «créditos blandos» para parejas jóvenes vinculados al número de hijos. Y más allá de eso, pone sobre la mesa la condonación parcial de crédito «a medida que se cumplen ciertos objetivos de natalidad».

En cuanto a las administraciones públicas, aboga por una «reducción radical» de los gastos eliminando subvenciones, centralizando compras e incluso limitando «al mínimo constitucionalmente permitido» las transferencias a comunidades autónomas y administraciones locales. También quiere abordar el sistema de pensiones mediante un fondo de pensión público «con criterios de rentabilidad privada». «Caminar la senda para reconvertir el sistema de reparto en un sistema mixto siguiendo una línea similar a la de Suecia», plantea sobre un modelo basado en tres líneas de financiación: una pública, otra de la empresa y la tercera de los propios ahorros.

El programa de Vox también incluye sus tradicionales propuestas para que España abandone los acuerdos climáticos de la Unión Europea y Naciones Unidas, retome el plan nuclear, la explotación de los recursos naturales y apruebe un plan nacional del agua. Y entre sus medidas económicas y de vivienda incluye un capítulo dedicado a la inmigración irregular basado en las deportaciones masivas de todas las personas que entren de manera irregular a España, así como el cese de ayudas sociales y revisión de la concesión de la nacionalidad. También reclama incentivos y bonificaciones fiscales a la contratación de españoles.

Vox vincula el «deterioro» económico y social de España a las cifras de inmigración. De ello ha hecho hincapié su diputado Carlos Hernández Quero en la presentación del documento sobre vivienda este domingo. Como ejemplo ha puesto un vídeo de una adjudicación de vivienda pública en Pontevedra. «Entre los agraciados no había Fernández ni Pérez», ha denunciado.

También José María Figaredo, secretario general de Vox en el Congreso, ha hecho una radiografía pesimista del país: «Ha perdido todo menos el Estado, al Estado cada día le va mejor». Pero ha presentado la alternativa de Vox basada en su lema: «Por una España nueva y decente».