Vox modula su discurso sobre la violencia machista

Entre la afirmación del presidente de Vox y la de su número dos por Valencia en las elecciones del 28M, José María Llanos («La violencia de género no existe, la violencia machista no existe»), median solo cinco días. El propio Llanos se vio obligado a recular tras la reacción airada del PP, que salió en tromba a proclamar su compromiso contra la violencia machista. Vox empezó a decir que sí podía existir «violencia machista», pero no la «violencia de género». El «género», explicó Abascal el lunes en 'El programa de Ana Rosa', en Telecinco, no es más que un concepto «ideológico».

Este miércoles, por primera vez, Abascal afirmó que existen violencias machistas, aunque el giro discursivo, innegable recopilando la hemeroteca de Vox, de momento no se acompaña de un cambio de políticas. El partido presentó el lunes un decálogo con un compendio de sus medidas para «combatir la violencia contra la mujer y sus causas», pero ese mismo día su vicepresidente Jorge Buxadé reiteró la voluntad de Vox de derogar la Ley contra la Violencia de Género.

La formación considera que esta norma discrimina a los hombres y quiere sustituirla por una de «violencia intrafamiliar» que pone bajo un mismo árbol las distintas formas de violencia que sufren mujeres, niños y ancianos. Abascal, este miércoles en la radio, reconoció la violencia machista, pero no la enmarcó dentro de la que ejercen hombres que maltratan física o psicológicamente –incluso matan– a sus parejas o exparejas, sino en las violaciones.

El líder de Vox defendió la cadena perpetua –que no contempla la legislación española– para agresores sexuales y asesinos de mujeres, pidió la derogación de la ley del 'solo sí es sí', la persecución de «discursos civiles y religiosos» que alienten «la violencia contra la mujer»... «Los mismos que nos llaman machistas son los que aprueban una ley para premiar a los violadores», dijo, contra la izquierda.

Aunque Abascal afirmó este miércoles que existe la violencia machista, que Vox no la niega, el cambio de paso es evidente, aunque de momento no signifique una unión al «consenso progre» que tantas veces ha criticado. Su excompañera Macarena Olona, ahora líder de Caminando Juntos, incluso respondió a Abascal en Twitter, dando a entender que no reconocía la violencia machista. «La violencia machista existe. Nómbrala», escribió, aunque a ella también la traiciona su hemeroteca: «La violencia no tiene género», clamó el 24 de junio del 2020, desde la tribuna de oradores del Congreso, cuando aún militaba en Vox, en una intervención en la que atizó que la Ley contra la Violencia de Género era «puro hembrismo».

El asunto se ha convertido en una fuente de polémicas para Vox desde su entrada en las instituciones. En septiembre del 2019, en la fotografía que ilustra esta página, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida (PP), reprendió públicamente al entonces número dos de Abascal, Javier Ortega Smith, por no posar tras una pancarta del Ayuntamiento de Madrid en condena de un asesinato machista. Los ediles de Vox acudieron al minuto de silencio convocado con su propio mensaje: «La violencia no tiene género». En una entrevista en ABC, Abascal defendió a Ortega Smith porque el consistorio, dijo, portaba «una pancarta ideológica» y afirmó que el hecho de estar solos en ese debate le demostraba que estaban «acertando».

La primera vez que Vox llevó el debate sobre la violencia de género al Congreso fue en marzo del 2020, cuando defendió una proposición no de ley que, entre otras cosas, pedía literalmente «la supresión de las subvenciones otorgadas a asociaciones ideológicas para prevenir la mal llamada violencia machista».

En febrero del año siguiente, ya en forma de proposición de ley, Vox reivindicó la sustitución de la norma contra la violencia de género por una contra la «violencia intrafamiliar». En aquel debate, en el que defendió la postura de Vox Carla Toscano, los portavoces de todos los demás partidos –menos los de PP y Ciudadanos, que se limitaron a aplaudir– leyeron los nombres, una a una, de todas las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas desde que se tienen estadísticas (año 2003). Entonces eran 1.081; ahora ya son 1.206. Vox ha llegado a argumentar que la elevada cifra demuestra, precisamente, el fracaso de la ley vigente. Pero mantiene que es discriminatoria para los varones.

El partido de Abascal siempre ha sostenido que la Ley contra la Violencia de Género vulnera el artículo 14 de la Constitución, que dice lo siguiente: «Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social». No obstante, el Tribunal Constitucional ya la avaló cuando tuvo que resolver sobre las dudas planteadas en su aplicación por jueces de distintos puntos de España. Ahora, tras el revuelo en la Comunidad Valenciana, Vox y Abascal se mueven, aunque por el momento solo sea en el terreno semántico: machista, sí; de género, no.