Vox confía en que Garriga resuelva este jueves la crisis del Gobierno balear

El secretario general de Vox, Ignacio Garriga, se desplazará este jueves a Baleares para abordar directamente el choque entre su formación y el PP de Marga Prohens. Fuentes del partido derechista creen que su visita a las islas servirá para atajar todas las discrepancias. En cualquier caso, Vox condiciona su posición en los presupuestos a que los populares rectifiquen y permitan que, desde el curso que viene, todos los alumnos de hasta doce años puedan elegir si su lengua vehicular es el español o el catalán.

De todos los pactos cerrados entre el PP y Vox tras las elecciones autonómicas de mayo, el de Baleares es el único donde los de Abascal se conformaron con un apoyo externo a un Gobierno monocolor, a cambio de un «acuerdo histórico» en materia lingüística, para garantizar la libertad de elección en las escuelas.

El PP y Vox habían pactado en un principio que la libertad de elección de lengua llegase el próximo curso hasta los ocho años, pero los de Abascal endurecieron después su posición y elevaron el umbral hasta los doce años. Los populares presentaron enmiendas a una iniciativa de Vox al respecto, pero no pudieron registrarlas a tiempo y, al rechazar Vox aplazar el debate, decidieron abstenerse en la proposición no de ley —no vinculante, pero que envía una petición al Ejecutivo— promovida por los derechistas, que decayó ante la oposición de la izquierda y del nacionalismo.

Este miércoles, en el Congreso, su portavoz en la Cámara Baja, Pepa Millán, ha ofrecido una rueda de prensa donde ha restado importancia al choque, pero ha dejado clara la posición de su partido: «Lo lógico entre dos partidos que sostienen al Gobierno [de Baleares] es el objetivo de sacar adelante tanto la cuestión presupuestaria como la cuestión lingüística porque es nuestra obligación, es nuestra responsabilidad, cumplir con el mandato de las pasadas elecciones».

Millán ha asegurado que Vox sigue «con la mano tendida» al PP y ha mostrado su confianza en que, «más pronto que tarde», se resuelvan sus diferencias y avancen tanto los presupuestos autonómicos como la iniciativa lingüística. Para Vox, en los territorios donde hay lenguas cooficiales, es fundamental que se permita a los padres escolarizar a sus hijos en la lengua que elijan y que la promoción del catalán, el euskera o el gallego no se convierta en un mecanismo de marginación del castellano.

«Nosotros seguimos dialogando y negociando, lógicamente», ha afirmado Millán, quien ha remitido a la visita que hará este jueves Garriga a Baleares para esperar a conocer más detalles de los planteamientos de Vox. La formación de Abascal comparte Gobierno con el PP en cinco comunidades autónomas —Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura, Aragón y Región de Murcia—, pero el primer enfrentamiento serio llega, precisamente, en la región donde Vox aceptó quedarse fuera del Ejecutivo autonómico.

En Extremadura ha habido roces con el PP, principalmente por declaraciones de la presidenta regional, María Guardiola, que han sentado mal en Vox, pero, aunque se cambió la consejera de la cuota de Vox en menos de tres meses, ambas formaciones garantizaron que no se debía a una confrontación entre los socios de la coalición. Es ahora en Baleares donde se ha complicado la cosa, hasta el punto de poner en peligro la tramitación de unas nuevas cuentas. Si Prohens no consigue aprobar sus propios presupuestos, se verá obligada a gobernar prorrogando los de la socialista Francina Armengol, que ahora preside el Congreso.