Vox aprovecha sus cargos institucionales para forzar la retirada de símbolos LGTBI
Distintos Parlamentos autonómicos presididos por la formación no han accedido a colgar la bandera arcoiris
En Ayuntamientos importantes como Valladolid o Zaragoza sus representantes no han acudido a los actos de celebración del Día del Orgullo
Diversos colectivos en defensa de los derechos LGTBI celebran una manifestación en Náquera (Valencia)
Vox ha aprovechado durante los últimos días el Orgullo LGTBI para explicitar su rechazo a la exhibición en las instituciones públicas de los símbolos de este colectivo, cuyos representantes han anunciado que se movilizarán para protestar contra la formación en las celebraciones de este mes. ... El posicionamiento no es nuevo en el partido liderado por Santiago Abascal, que nunca ha escondido su oposición a muchas de estas iniciativas. Sin embargo, ahora la polémica llega a menos de un mes de unas elecciones generales y con un mayor peso institucional de Vox tras los comicios autonómicos y municipales del pasado 28 de mayo.
Y es que, más allá de las críticas por la pancarta que Vox colgó en Madrid y que la Junta Electoral de Zona le obligó retirar, uno de los escenarios donde el enfrentamiento ha alcanzado más intensidad es Castilla y León, la primera comunidad en la que PP y Vox gobiernan en coalición y donde los de Abascal se hicieron por primera vez con la presidencia de un Parlamento autonómico. Aquí, si bien la polémica ya se repitió el año pasado, en esta ocasión el presidente de la cámara, Carlos Pollán, ha exigido la retirada de la bandera LGTBI del balcón del despacho del grupo parlamentario socialista. Tras la negativa, Pollán amenazó con mandar a los servicios de seguridad para que lo hicieran y ayer envió un requerimiento al líder regional del PSOE, Luis Tudanca, en el que, según explicó este mismo, Pollán amagaba con «acciones judiciales».
El mismo patrón se ha repetido en otras cámaras autonómicas donde la presencia de Vox ha aumentado cualitativa y cuantitativamente tras el 28M. El Parlamento de Baleares, presidido por Gabriel Le Senne (Vox), tampoco ha colgado el símbolo. Más de lo mismo en las Cortes valencianas, donde los de Abascal se han hecho con la presidencia y tampoco han accedido a colocar la bandera. Sí lo ha hecho Compromís, que al igual que los socialistas en el Parlamento castellano y leonés, ha decidido ponerlas en los balcones y ventanas de sus despachos.
Las muestras de rechazo por parte de Vox también se han reproducido en el nivel municipal. En ciudades importantes como Zaragoza, Valladolid o Alicante, los representantes de la formación en los respectivos ayuntamientos se han ausentado de los actos organizados ayer para reivindicar el Día del Orgullo. La punta de lanza de este mensaje, contrario a las reivindicaciones del colectivo, se localizó en Náquera, municipio valenciano de alrededor de 7.000 habitantes y el único que cuenta con un alcalde de Vox en toda España. Allí el nuevo Gobierno local ha prohibido que se instalara la bandera LGTBI en el edificio consistorial, lo que ha provocado reivindicaciones y protestas de las asociaciones de esta localidad.
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