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El vodevil de Vox Baleares y la fuerza del cinco

Las dos partes enfrentadas estaban condenadas a entenderse. La crisis está zanjada, de momento

El presidente del Parlamento balear y diputado de Vox, Gabriel Le Senne EFE
Mayte Amorós

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La crisis en Vox Baleares está zanjada, de momento. Las dos partes enfrentadas estaban condenadas a entenderse porque ninguna quedó en una posición de fuerza después de días de guerra pública y privada. Por eso la dirección nacional ha preferido hacer de tripas ... corazón y fingir que no había pasado nada. Las expulsiones mutuas, las filtraciones de informes internos que desvelan supuestas actividades delictivas o las faltas de respeto en público son, para el partido de Abascal, «malos entendidos e informaciones distorsionadas». La cercanía de las elecciones gallegas ha ayudado notablemente a esta tregua que permite que, hasta la próxima batalla, Vox conserve un grupo parlamentario con siete diputados que aseguran la mayoría en la cámara al Gobierno de la popular Marga Prohens.

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