Las víctimas del 17A: «Nos hemos sentido abandonados por la Justicia»
Piden que se condene a los terroristas también por los 16 asesinatos cometidos en los atentados de Cataluña en 2017
El fiscal ha mostrado su rechazo en la vista que se celebra en el Supremo para revisar la sentencia
Los atentados yihadistas de Cataluña aún tienen a víctimas sin reconocer
Vista pública celebrada este miércoles en el Supremo para revisar las condenas del 17-A
Los abogados de las víctimas de los atentados perpetrados en Barcelona y Cambrils en agosto de 2017 quieren que Houli Chemlal, Driss Oukabir y Said Ben Iazza respondan también por delitos de asesinato terrorista. Y así lo han expuesto en la vista pública que ... se ha celebrado hoy en el Tribunal Supremo para revisar las condenas de hasta 43 años de cárcel que les impuso la Audiencia Nacional. Quieren anular la sentencia.
Entonces, el tribunal que les enjuició así como su Sala de Apelación descartó condenar a los tres acusados por los 16 asesinatos cometidos por los miembros de la célula yihadista a la que pertenecían, un reclamo que vienen haciendo las acusaciones desde que comenzó el proceso en la Audiencia Nacional y que hoy han vuelto a defender ante el tribunal que preside el magistrado Manuel Marchena, a pesar del rechazo de la Fiscalía.
«Siguieron las consignas del Daesh, se instruyeron en base al Daesh (...) con una única finalidad: sembrar el terror en la sociedad», ha aseverado la abogada que ejerce la acusación de varios mossos d'esquadra heridos. Insiste en que «da igual quién fuera» el que cometió los asesinatos, pues «se llegó a cumplir el cometido de la célula terrorista: causar daño«.
En este sentido las acusaciones han afeado que el juez instructor no procesara a los tres encausados por 16 delitos de asesinato al considerar que los responsables de los mismos son los terroristas que resultaron abatidos tras los ataques, y que dicha decisión no se sometiera a revisión. «Hemos visto amputadas nuestras acusaciones»- han denunciado- «nos hemos sentido abandonados por parte de la Justicia».
Otro abogado, en representación de una mujer con estrés postraumático tras presenciar el ataque de Barcelona ha insistido en que «los autores materiales no pueden responder jurídicamente por los hechos», dado que ninguno sobrevivió , «pero el resto sí debe hacerlo». Hace seis años que su clienta no pisa las Ramblas, ha explicado.
Por su parte, la Fiscalía ha mostrado su oposición y ha afeado las quejas al considerarlas confusas. «Este es el mecanismo. Este es el juego», ha dicho el fiscal José Martínez Jiménez al tiempo que ha incidido en que se trata de un asunto «complejo» en el que hay «muchas víctimas». No ve ninguna razón para revisar la sentencia. También se ha mostrado en contra de los argumentos de las defensas, que intentan que el Supremo absuelva a los condenados.
El letrado de Driss Oukabir, a quien se le impuso 36 años de prisión como miembro de la célula de Ripoll, ha iniciado su intervención asegurando que se rompió la cadena de custodia de su teléfono móvil así como de los aparatos electrónicos hallados en su domicilio y ha negado su participación en los hechos. «No se explica en base a qué se asegura que sufrió un proceso de radicalización», ha dicho.
En el mismo sentido ha aprovechado su turno de palabra la abogada de Chemlal Houli, condenado a 43 años de prisión también como miembro de la célula yihadista que atentó en Cataluña en el verano de 2017. «Él solo pasaba el rato con sus amigos, compartían una casa, estaban fabricando o jugando con sustancias sin saber la finalidad», ha expuesto para defender después que no formaba parte del grupo terrorista. Chemlal es precisamente la persona que grabó los vídeos en los que se ve a los terroristas preparando los explosivos en Alcanar.
«El no era conocedor, ni tenía funciones en el grupo», ha insistido. «Decidieron por su cuenta cometer los atentados». Y cuando fue consciente, ha expuesto, «tuvo la intención de salirse del grupo pero no pudo hacerlo por miedo hacia él y su familia».
La defensa de Said Ben Iazza, condenado a 8 años por colaborar con la organización terrorista, ha insistido en que no ha quedado acreditado que supiera que la furgoneta y documentación que prestó fuera para la compra de sustancias químicas ni que planeaban un ataque terrorista.
«El cuarto hombre»
Además el abogado del padre del niño de Rubí asesinado en la Ramblas, Xavi, ha vuelto a pedir que se investigue si el imán de Ripoll, Abdelbaky Es-Satty, y a quien se dio por fallecido en la explosión de Alcanar, «está vivo o muerto». «Nos falta un cuarto hombre de la célula terrorista. ¿A nadie le importa? A nosotros sí», ha declarado. «Nadie investigó nada. Es el propio Estado quien tendría que haberlo investigado».
El mismo letrado ha solicitado además que se profundice en la relación del imán con el CNI y la función de los servicios secretos. «Está acreditado que recibió visitas de varios miembros del CNI para captarlo», ha asegurado. Se apoya, además, en las declaraciones que el comisario jubilado José Manuel Villarejo hizo ante los medios de comunicación cuando estaba siendo enjuiciado por la operación Tándem, en las que afirmó que los servicios secretos «tienen algún tipo de relación» con los atentados y que se quería dar un «susto» a Cataluña.
En julio de 2022 la Sala de Apelación de la Audiencia Nacional estimó parcialmente los recursos presentados por Chemlal y Oukabir y fijó sus condenas en 43 y 36 años, respectivamente por delitos de pertenencia a organización terrorista, tenencia, depósito y fabricación de sustancias o aparatos explosivos y estragos en tentativa de carácter terrorista en concurso con 29 delitos de lesiones por imprudencia grave. Al tercer acusado, Said Ben Iazza se le impuso una pena de 8 años de cárcel por colaboración con organización terrorista. Concluyeron que los responsables de los ataques y, por tanto, de los asesinatos de las 16 personas que murieron en Barcelona y Cambrils fueron los terroristas abatidos y no juzgados. Ahora es el Supremo el que tendrá que decidir en sentencia si también se pueden atribuir a los tres supervivientes de la célula.
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