Así, el candidato del PSOE, que ganó las elecciones autonómicas del pasado 28 de mayo por un estrecho margen de votos, consuma lo que ya anunció la semana pasada para ser él quien dé el primer paso y se someta a la investidura. Incluso sin los votos suficientes para sacarla adelante, ya que sólo podría sumar sus 28 escaños y los cuatro de Podemos, por lo que se quedaría a uno de la suma de PP y Vox, de los que se da por descontado que votarán en contra.
Incluso, la marca extremeña de Podemos ya ha avanzado que no apoyará la investidura de Vara si antes no hay un acuerdo entre ambas formaciones, que en todo caso no tendría apenas probabilidades de materializarse.
El propio presidente en funciones de Extremadura ha explicado este martes en rueda de prensa que es consciente de que no tiene posibilidades de que prospere su investidura, pero justifica el paso en que al menos así empezarán a correr los plazos. Con esta maniobra, Vara consigue que la primera investidura en el Parlamento extremeño se celebre antes del próximo 12 de julio, a escasas dos semanas de las elecciones generales del 23J.
A partir de ahí empieza el plazo de dos meses, tras los cuales se volverán a convocar elecciones en esta comunidad si ningún candidato consigue ser investido con los apoyos suficientes. De esta forma, el PSOE añade más presión a la popular María Guardiola para el acuerdo que necesita con Vox y cuyas primeras negociaciones se torcieron hasta el punto de que la propia presidencia de la Asamblea de Extremadura ha quedado en manos del PSOE de Vara.
Una cuestión que no es menor porque la presidenta de la cámara, la socialista Blanca Martín, es la encargada de marcar los tiempos para las investiduras, como a la que se va a presentar el líder de su propio partido. Ya de entrada, para fijar la fecha, que todavía no se ha concretado.
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