La urgencia y los vetos marcan el pulso entre Sumar y Podemos: «Vamos tarde»
La unidad de la izquierda sigue lejos a solo cuatro días del plazo límite para que vayan en coalición
Sigue toda la actualidad de la precampaña de las elecciones del 23J
Si lo que quería Pedro Sánchez con su convocatoria de elecciones generales era generar incertidumbre en el espectro político situado a la izquierda del PSOE, su misión está cumplida. Ha pasado una semana desde que el presidente anunciara el adelanto electoral y las ... negociaciones entre Sumar y el resto de formaciones para conformar una coalición que concurra a las elecciones sigue lejos de hacerse realidad. El tiempo corre en su contra y cada vez queda menos para que expire el plazo de presentación de candidaturas ante la Junta Electoral, fijado para la medianoche del 9 de junio. Menos, si tenemos en cuenta que muchas de estas formaciones tienen que llevar a cabo una consulta entre sus bases antes de confirmar su presencia en la coalición, lo que estrecha el margen de negociación.
Perdida la semana pasada, en la que apenas se hicieron avances, Podemos advierte de la necesidad de alcanzar un pacto lo antes posible por el bien de la coalición. «Es importante que lleguemos a un acuerdo cuanto antes para centrarnos en la precampaña y poner toda nuestra energía en movilizar al electorado progresista que se quedó en casa el 28M. Creemos que cada minuto que pasa sin acuerdo es un minuto sin convencer a la gente para que meta la papeleta de Sumar en una urna y evitar el avance de la derecha», apuntaban ayer los dos portavoces de Podemos, Isa Serra y Pablo Fernández.
El discurso de ambos, mimético, ahondó en la urgencia del acuerdo, pero pasó de puntillas por los detalles de lo que está ocurriendo en la mesa de negociación. «Prefiero ser prudente y no desvelar nada. Todo lo que sea preservar las negociaciones es remar a favor de la unidad y a Podemos lo vamos a encontrar ahí. Las exigencias, las exclusiones y los vetos torpedean la unidad», señaló Serra, preguntada por si su partido debería liderar las listas en alguna región de España como han reivindicado la Chunta en Aragón o Compromís en Valencia.
La portavoz volvió a reiterar que su partido no quiere hablar de nombres ni de siglas en este momento de las negociaciones, aunque reconoció que «los vetos personales no ayudan al acuerdo y la unidad». No pudo confirmar si Irene Montero –dirigente que centra los recelos de la mayoría de los partidos que aspiran a integrar la coalición– o Pablo Echenique iban a estar en las listas de Sumar para el 23J, pero dejó entrever que la fuerza política de Podemos debía ejercer como una de las fuerzas principales de la coalición. «Pensamos que hemos tenido un papel determinante en el recorrido que hemos hecho a la hora de conseguir avances para nuestro país y que lo vamos a tener en la siguiente fase si conseguimos revalidar ese gobierno de coalición. Sobre todo, de cara a las disputas ideológicas con una derecha que está envalentonada y que ya estamos sufriendo en forma de ola reaccionaria y por tanto que es muy importante que esta organización se mantenga fuerte para esos propósitos». Las palabras de Serra, sin decirlo, dejan claro que Podemos no puede ser uno más en el conglomerado que quiere unir Yolanda Díaz y que esas ansias de acaparar una cuota importante del control están ralentizando las negociaciones. Se habla de caras nuevas tras la renuncia de Garzón y Colau a ir en las listas, y se apunta a Irene Montero, pero no a otros dirigentes igual de marcados y más veteranos que la ministra de Igualdad. «Habla mucho Baldoví, que debe ser un chaval nuevo que acaba de llegar a esto de la política», señalan con cierta sorna fuentes cercanas a la dirección de Podemos.
Fichaje de Bustinduy
De hecho, tras siete días de dimes y diretes, la distancia entre la formación liderada por Belarra y Sumar sigue siendo muy grande. «Vamos tarde. Estamos muy atrasados en las negociaciones y ni siquiera hemos tratado algunos puntos clave de los que todo el mundo está hablando de puertas para fuera», reconocen estas fuentes, en referencia a temas como la presencia de Montero o Echenique o la inclusión de las siglas de Podemos en el nombre de la coalición.
El que sí estará con seguridad dentro de las listas de Sumar será Pablo Bustinduy, diputado podemita hasta 2019 que abandonó la formación poco antes de las últimas elecciones europeas y que formaba parte del sector 'errejonista', anunciado ayer como nuevo fichaje. «Es una persona muy válida», se limitaron a señalar ayer las fuentes consultadas, que pidieron centrar los esfuerzos en lo importante y dejar a un lado los nombres. «Urge llegar a un acuerdo», reiteraron, tratando de traspasar la pelota al tejado de Yolanda Díaz, pues «todas las encuestas consideran un error que vayamos por separado».